Colombia tiene al menos 15 volcanes activos que son potencialmente peligrosos, lo que hace de este país andino un lugar de alta sismicidad, aseguró el profesor de Geofísica de la Universidad Nacional, Jhon Jairo Sánchez. “Colombia tiene un ambiente geológico complicado. A diferencia de otros países en donde sólo existe una cordillera, en Colombia hay tres cordilleras: la occidental, central y oriental. Actualmente hay volcanes activos en la occidental y en la central”, explicó el experto en volcanes en entrevista con Notimex. De acuerdo al docente e investigador, en Colombia “hay entre 14 y 15 volcanes activos y existe un número adicional de volcanes, que ya no están activos, sino en un estado de quietud y calma, y otros están por determinar si están activos o no”. Las investigaciones indican que los 15 volcanes que están en actividad son peligrosos, aunque en diferentes grados de amenazas, dependiendo de sus características geológicas. Sánchez dijo que otras cosas que tienen que ver con las amenazas y el peligro de los sismos es la cantidad de personas que están expuestas a los diferentes eventos locales. Indicó que “Colombia es un país sísmicamente muy activo, con muchas fallas geológicas, que son las zonas donde se producen los terremotos”. Las fallas geológicas “son fracturas en el terreno. En Colombia, muchas de estas fracturas son muy grandes y los datos de ellas muestran sismicidad activa reciente”. Recordó que en el último siglo en Colombia se han registrado sismos de diferente intensidad que indican que hay fallas geológicas muy activas y peligrosas. La costa pacífica, es la zona de Colombia con más riesgo sísmico porque allí se concentran “la placa de Nazca, ubicada bajo el océano pacífico y la placa suramericana. La otra zona con volcanes activos y en peligro es la cordillera central”. En la cordillera oriental se producen sismos pero en menor escala, al igual que en la zona amazónica y en el norte de Colombia, porque las condiciones geológicas son diferentes. En síntesis, ahondó Sánchez, “todo el centro–occidente de Colombia es una zona sísmicamente muy activa, en donde han ocurrido sismos grandes y pequeños que han afectado de diferente manera a la población”. Por ejemplo, dijo, en la costa pacífica colombiana el 31 de enero de 1906 se registró uno de los terremotos más fuertes en el último siglo a nivel mundial, con una magnitud superior a los 8.8 grados, que se conoció como el sismo de Esmeralda”. Dicho terremoto sacudió las costas de Ecuador y Colombia con epicentro en la población de Esmeralda, el cual estuvo seguido de un tsunami. “En Colombia existen condiciones geológicas y fallas que pueden generar sismos muy grandes”, advirtió el investigador, y de hecho los registros históricos lo demuestran. Según los registros históricos, durante la colonia se registraron los terremotos de 1763 y 1785; durante el siglo XIX los de 1826 y 1827 y el que destruyó en la frontera con Venezuela, la población de Cúcuta en 1785.