La actuación fue la puerta para salir adelante, refirió el actor y director Alfredo James Pac, mejor conocido como Al Pacino; su madre y abuelos, la inspiración para explorar el mundo y para tener el conocimiento de todas las experiencias que te depara la vida. Entrevistado por el periodista, escritor y locutor estadounidense, Larry King en el foro “México Siglo XXI” de Fundación Telmex, ganador del Óscar en 1992 al mejor actor por Perfume de Mujer dijo que el deseo de la actuación es más allá porque la conexión es la manera en la que se educó, debido a que gracias a la actuación pudo aprender a leer. Marcado por sus papales en El Padrino y Cara Cortada, indicó que la escuela fue donde comenzó a actuar, actividad de la que labora y que salvó su vida desde la infancia, porque la mayoría de sus amigos cercanos fallecieron como consecuencia del uso de las drogas. “Mi vida se comportó a través de la actuación”. Al abrir su corazón ante la presencia de 10 mil jóvenes universitarios y a Larry King, Al Pacino comentó que la mayor influencia fue su madre, quien lo alentó a crecer y alcanzar sus sueños, más cuando su supervivencia a la vida fue desde temprana edad. Sin educación para su futuro, Al Pacino dijo que todo lo que tiene en la vida es gracias a la actuación, además que volvió a nacer porque pudo haber fallecido sí hubiera seguido los pasos de sus amigos. “Tuve maravillosos amigos, pero todos murieron jóvenes; de alguna manera me puedo comunicar y sobrevivir”. Al recordar sus papales en Scarface, el Padrino y Perfume de Mujer fueron parte de su participación en el congreso universitario, además de hacer dos actuaciones especiales de pedazos de obras de Broadway y Halmet, donde demostró a los jóvenes que improvisar y aprenderse los guiones es lo mejor que se puede hace en la actuación y para seguir adelante. Aunque expuso que la oportunidad se da cuando se tiene el deseo de hacer algo. “La actuación es importante, sí tienes apetito para hacer las cosas, sí puedes sacarle la vida, expresión es lo que puedes lograr”. Con esto, relató que de joven fue una persona tímida, pero que el papel de Michael Corleone, de El Padrino, tuvo que aprender a reconocer la fama que iba creando. “Cuando era joven caminaba en la calle y seguía a las chicas, pero no las invitaba a salir, solo me gustaba seguirlas. Pero después, por el hábito, comencé a seguir a una mujer y llegamos al semáforo y volteó y me dice ‘hola Michael’, mi expresión fue ¡Oh My God!”. Fue cuando Al Pacino, señaló, se dio cuenta que ya no iba a tener privacidad. “No sabes que tienes anonimato hasta que lo pierdes (…), la fama es la perversión del instinto humano natural humano que requiere validación y atención, ahora es accesible el sabor del día”.