Arturo Molina, Javier Favela / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Los clanes familiares predominan en el Poder Judicial de Michoacán. Jueces y magistrados han tendidos redes clientelares dentro de los órganos jurisdiccionales. Sus hijos, cónyuges, hermanos, cuñados, parientes consanguíneos y concubinas acaparan plazas laborales, lo que alimenta la percepción de corrupción en torno al aparato de administración de justicia. El nepotismo refleja el fracaso en los filtros de selección de personal de nuevo ingreso aplicados por el Consejo del Poder Judicial (el máximo órgano de gobierno de más de 100 jueces de primera instancia), denuncian trabajadores de la institución, al constatar cómo familiares, allegados y demás parentelas ocupan las vacantes en los puestos judiciales con mayor remuneración salarial. El exmagistrado AntonioMercado Guido supo cobrar favores para colocar a sus hijos dentro del aparato judicial. Hoy Cinthia Elodia es jueza de lo familiar en Morelia (93 mil pesos), mientras que Antonio es juez de primera instancia en reserva (27 mil pesos). El aguerrido exlíder sindical Javier Gámez Piñón se desempeña como juez del sistema penal acusatorio en la región de Lázaro Cárdenas con una remuneración bruta de 93mil pesos al mes. Su hermana Anel Michel labora como escribiente en el centro estatal de convivencia con sueldo de 14 mil pesos. Otra hermana, Alejandra Marina, es escribiente en el departamento de adquisición, con ingreso similar. El cuñado del exlíder es secretario auxiliar en la oficina del consejero Argueta Mora, con sueldo bruto de 45mil pesos. La esposa de Gámez es secretaria de acuerdos de la cuarta sala civil con sueldo de 45 mil pesos. La prima hermana del consejero del Poder Judicial, Rafael Argueta Mora, de nombre Maricela Argueta, es jueza y gana 93 mil pesos. La jueza Josceline Infante Esquivel (93mil pesos) es sobrina del exmagistrado Jorge Orozco Flores. Ingresó al STJE, siendo su tío el presidente. Al irse Orozco, la hacen secretaria de acuerdos. Los hermanos Julieta y Carlos, de apellidos Arroyo Toledo, manejan todas las materias en los juzgados de Apatzingán, con sueldos de 95 mil y 70 mil pesos, respectivamente. Son los hijos de Carlos Arroyo Carrillo, expresidente del Tribunal Electoral del Estado. Un hijo de la magistrada Alejandra Pérez González y sobrino de la exmagistrada del Tribunal, Guadalupe Morales, es juez penal en Ciudad Hidalgo. Rodolfo Morales gana 70 mil pesos al mes. Aún hay más Una sobrina de la magistrada Alejandra Pérez González es secretaria proyectista en la tercera sala civil con sueldo bruto de 45 mil pesos mensuales. Claudia Arroyo Morales es también hija de la exmagistrada Guadalupe Morales, la que influyó para ingresarla. Aunque tiene parentesco con el magistrado Sergio Fernández Villagrán, el juez civil de Maravatío, Marco Vinicio Ramírez (70 mil pesos) debe su promoción a la jubilada Patricia Fernández, quien actualmente está en la agrupación michoacana de abogados. Alfredo Ocegueda, exmagistrado y exprocurador, intercedió por su hijo para entrar al STJE. El hoy juez civil en Sahuayo (70 mil pesos), Alfredo Hirepan Ocegueda, a su vez casado con Leticia Morena, la secretaria de acuerdos del juzgado civil de Uruapan (27 mil pesos). El hijo del magistrado Fernando Arreola Vega es el juez mixto de Coalcomán con sueldo de 70 mil pesos mensuales. Según versión de los denunciantes, dos hijos del magistrado MarcoAntonio Flores ya están colocados. Marcos Flores Ortíz, como juez de ejecución en reserva (42 mil pesos), por obtener el primer lugar del concurso, mientras que Mónica es secretaria proyectista de la octava sala civil (47 mil pesos). En Pátzcuaro, en el juzgado segundo civil, labora Lucía Baltazar Rendón (70 mil pesos). Para más información consulte la edición impresa del 28 de septiembre