El miedo tiene un propósito muy importante: mantenerte a salvo. Sin embargo, el miedo en las relaciones se siente un poco diferente y es más difícil de detectar que el miedo en otras situaciones. Los miedos en las relaciones pueden venir de dos maneras. Los dos funcionan con el mismo propósito de protegerte y mantenerte sana y salva. Lamentablemente también te mantienen lejos de encontrar el amor. 1. Miedo de ser abandonada. Este es el más común. Estar comprometida a una relación significa tomar riesgos. Conocer a otra persona y crear intimidad entre los dos, requiere cierta vulnerabilidad. Desde el primer minuto que te comprometes con alguien, comienzas a compartir amor y te expones al riesgo de ser abandonada. La amenaza aquí es clara: sufrir el dolor de un corazón roto. Este miedo es aterrador, especialmente si buscas una relación a largo plazo. 2. Miedo a ser asfixiada. Aunque en verdad quieras una relación de amor larga y duradera, parte de ti tiene miedo a que ésta relación te quite tu libertad. El termino de “mi otra mitad” te aterra, y estar soltera significa que puedes decidir 100% que haces con tu tiempo y tus prioridades. ¿Cómo saber si tienes alguno de estos miedos? Estos dos miedos se manifiestan de muchas maneras. Muchas veces la gente es muy exigente para escoger una pareja. Otros crean expectativas innecesarias de su relación, desilusionándose cuando las cosas no salen como desean. La gente que sufre estos miedos, realmente quieren una pareja amorosa, pero también están aterrados a que les rompan el corazón o perder su identidad. Una vez que se disuelven estos miedos, el amor comenzará a fluir en ti y no pondrás altos. Estos miedos normalmente son heredados—los vemos en nuestra infancia, o tuvimos malas experiencias con amores pasados. Una vez que identificas estos miedos, puedes resolverlos. Cuando te encuentras en la relación indicada, sabrás que estás completamente a salvo. Y si no es la indicada, ¿quién sabe? Recuerda que él que no arriesga no gana.