El piloto Sergio Pérez se mostró contrariado después de una mala calificación por tráfico en la pista callejera de Marina Bay, sede del Gran Premio de Singapur, décima cuarta fecha del calendario Fórmula Uno. Luego de los problemas en la qualy, la consigna de Pérez para el Gran Premio de Singarpur es simple: rescatar lo que se pueda desde la posición 13 de partida, en un circuito en el que lleva cuatro años estando en el top-10 final. Aunque el coche mostraba ritmo para entrar en la tercera sesión de calificación, “Checo” sufrió por la banderas amarillas que lo hicieron abortar su vuelta lanzada, esto tras un choque del español Carlos Sainz. De esta manera, Pérez Mendoza sabe que será difícil mejorar la posición en un circuito donde rebasar es complicado y el lugar de salida condiciona mucho la estrategia. "Aquí la posición de arrancada es muy importante, ya que no se puede pasar y la estrategia se perjudica mucho, entonces espero que pueda remontar algunas posiciones en la arrancada y de ahí ir hacia adelante”, apuntó. “Pero estoy triste, no quedó en nosotros el día de hoy, prácticamente eso fue mala suerte, porque traíamos una súper vuelta, venía unas tres décimas más rápido y aún me faltaban bastante curvas". Con potencial para estar una vez más en los 10 primeros de salida, Pérez se atoró en la parte intermedia de la sesión de clasificación cuando se disputaba el segundo filtro; ahora tratará de jugar con su suerte para mantener la racha de entrar en los puntos. "Creo que la Q3 era posible el día de hoy. Sin embargo todas las veces (en Singapur) he sumado estando fuera del top-ten (en la arrancada). Vamos a ver”. Pérez narró su perspectiva del incidente de Sainz en la salida de la curva 19: "venía en una gran vuelta y al final tuve banderas amarillas, con la pista llena de piezas de otro coche, de modo que tuve que abortar prácticamente la vuelta”. “La vuelta que traía era para sacar todo del coche, habíamos hecho buenos cambios. A ver qué podemos hacer el día de mañana, sin duda va a ser duro".