Zico, que fue una gloria del fútbol brasileño, viajó a la sede central de la FIFA con un objetivo en mente: demostrar a todos que aspira seriamente a presidir la organización rectora de ese deporte en el mundo. Aprovechando que los miembros de la FIFA están en Zurich para reuniones ejecutivas, Zico vino para contar su historia y convencerlos de que no está en la puja presidencial para ganar visibilidad o para beneficiarse de algún modo. "No estamos aquí para jugar con algo tan serio", afirmó. "Deseamos promover el cambio". Zico se reunió con miembros de federaciones para tratar de conseguir el apoyo de cinco federaciones con que oficializar su candidatura. Agregó que no recibió promesas de nadie pero manifestó esperanzas de conseguirlas dentro del plazo del 26 de octubre.