El plenario de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) inició hoy de manera oficial en medio de la mayor crisis humanitaria que esta organización haya enfrentado jamás en sus 70 años de vida. Con la participación programada de más de 160 jefes de Estado y de gobierno, la Asamblea General arrancó su primera jornada con intervenciones de jefes de Estado de cuatro de las potencias mundiales representadas en el Consejo de Seguridad: Estados Unidos, Rusia, China y Francia. Este día intervendrán además los jefes de Estado de Irán y de Cuba, considerados apenas en la Asamblea General anterior como gobiernos opuestos a los intereses de las potencias occidentales y que, con acuerdos recientes forjados con Estados Unidos, han cambiado sus perspectivas. Esta deslumbrante pasarela de líderes intervendrá bajo un contexto crítico. Más de 60 millones de personas que han sido desplazadas de sus lugares de origen por la violencia, lo que constituye la mayor cifra de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. “El sufrimiento actualmente está en niveles no vistos en una generación. Cien millones de personas requieren de asistencia humanitaria, y al menos 60 millones han sido forzadas a huir de sus hogares o de sus países”, aseguró Ban Ki-moon, secretario general de la ONU. En su intervención para inaugurar la sesión, Ban indicó que la ONU ha requerido a la comunidad internacional cerca de 20 mil millones de dólares para resolver sus necesidades de este año, lo que representa seis veces la cifra de hace una década. La fuente principal del desplazamiento ha sido Siria, cuyo conflicto se ha extendido durante más de cuatro años, con una cifra fatal cercana a las 300 mil personas. El país ha generado la mayor crisis humanitaria en décadas. En ese sentido, el titular de la ONU explicó que pese a que la responsabilidad de terminar con la violencia en ese país es de las partes en conflicto, es momento de que el Consejo de Seguridad y los países que respaldan a alguna de las facciones enfrentadas actúen para detener la guerra. “Cinco países en particular tienen la clave: la Federación Rusa, Estados Unidos, Arabia Saudita, Irán y Turquía. Pero en tanto un lado no se comprometa con el otro, es fútil esperar cambios en el terreno”, advirtió Ban. Al respecto, es posible que la Asamblea General sea el escenario para un acuerdo sobre Siria. Esta previsto que este lunes se reúnan de manera privada los presidentes ruso y estadunidense, Vladimir Putin y Barack Obama, respectivamente. El encuentro, en que se discutirá una estrategia para combatir el extremismo islámico en Siria, hubiera sido impensable hace apenas unos meses. Resultados a partir de la reunión son probables bajo el contexto de ambición que ha marcado esta Asamblea General, donde apenas el viernes se aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, en que destacan las metas de eliminar la pobreza extrema y el hambre en el mundo para 2030. “Hoy, estamos más conectados que nunca, mejor informados que nunca, y tenemos mejor herramientas que nunca. Las recetas para un cambio positivo están en la mesa, los ingredientes para el éxito están al alcance de nuestras manos”, aseguró Ban Ki-moon.