A poco más de un mes de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) aplique la primera evaluación de desempeño a 150 mil maestros en servicio, el titular de la dependencia, Aurelio Nuño Mayer, asegura que aquellos docentes que de forma deliberada no asistan al examen serán separados de su plaza, como lo marca la ley. Al considerar que el nuevo marco legal establece que la evaluación es obligatoria, advierte: “quienes estén convocados y no se presenten (a la prueba) y no tengan una justificación, la ley nos obliga a separarlos del servicio, y voy a aplicar la ley”. Desde ahora, el secretario estima que esa proporción será “mínima, casi inexistente”, menor a 1%. En cambio, aquellos que sí se presenten e, incluso, obtengan altos resultados recibirán aumentos salariales de entre 180% y 220% si viven en zonas alejadas, a través de un programa de estímulos. En entrevista con EL UNIVERSAL, quien hasta el mes de agosto se desempeñaba como el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República enfrenta las críticas de quienes lo ven con una gran actividad en su nueva tarea al frente de la SEP, porque se perfila hacia las elecciones presidenciales de 2018; sin embargo, Nuño Mayer asegura que su única campaña es por la reforma educativa. Menciona que al llegar a la mitad de la administración del presidente Enrique Peña Nieto se concretó una “transformación jurídica radical” y ahora se iniciará una reforma administrativa “que le quite grasa a la SEP y le dé más músculo” para sustentar la “revolución educativa”. El secretario ubica a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la cual opera en Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, como el grupo de mayor resistencia a los cambios que ha emprendido el gobierno federal. En contraste, es elogioso con el líder del sindicato de dicho organismo (SNTE), Juan Díaz, al considerarlo un gran líder que entiende “los nuevos tiempos”; de la ex dirigente Elba Esther Gordillo dice que “fue una mujer, en su momento, trascendente para el sistema educativo”. De igual manera, refiere que en el proceso de sucesión en la Rectoría de la UNAM será respetuoso de la autonomía universitaria.