Remplazar el consumo de grasa saturada alimenticia por grasas insaturadas sigue siendo lo mejor para la salud cardiaca, revela un nuevo estudio de la Universidad de Harvard, que advierte sobre el creciente consumo de grasas saturadas. La investigación publicada en el Journal of the American College of Cardiology señala que remplazar grasas saturadas por grasas insaturadas (o granos enteros) disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. Dirigido por el profesor Frank Hu de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, el estudio concluye que las personas que remplazan grasa saturada en sus dietas por carbohidratos refinados no disminuyen el riesgo de padecer enfermedad cardiaca. Mientras que las personas que remplazan las grasas saturadas por grasas insaturadas o granos enteros tienen un menor riesgo de padecer enfermedades cardiacas. "Nuestra investigación no exonera a la grasa saturada”, dijo Hu. "En términos de riesgo de enfermedad cardiaca, parece que consumir grasa saturada y carbohidratos refinados es igual de insalubre”, subraya. El equipo notó que cuando se trata de reducir las grasas saturadas, mucha gente opta por consumir carbohidratos —en especial los refinados, como pan blanco— que no disminuyen el riesgo de enfermedad cardiaca. "Nuestros hallazgos sugieren que las tendencias bajo en grasa y alto en carbohidratos de los 80 y los 90 no son efectivas para reducir el riesgo de padecer enfermedad cardiaca”, comentó Yanping Li, coautor del estudio de Harvard. "Esto significa que los individuos no deberían remplazar la grasa saturada por carbohidratos refinados o viceversa”, indicó. “Las recomendaciones alimenticias para reducir grasa saturada deberían especificar su remplazo por grasas insaturadas o carbohidratos saludables, como granos enteros”, dijo Li.