Zitácuaro, Mich.- Por segundo año consecutivo, se realiza la Feria del Pan de Muerto en Zitácuaro, como una iniciativa para preservar las tradiciones y fomentar las costumbres del municipio. La Feria se realiza con 55 expositores locales, la cual estará hasta este 2 de noviembre, ofreciendo sus productos y variedades de sabores, texturas y colores. Cabe destacar que los panaderos le tienen respeto a este oficio, pues por décadas, les ha dado de comer. Fue el presidente Carlos Herrera quien inauguró la Segunda Feria del Pan de Muerto. Esta actividad forma parte de la gama de eventos programados en el marco del Festival de Día de Muertos en Zitácuaro; por lo que los panaderos están acompañados de diversas actividades artísticas y culturales. Esta exposición es para que la gente acuda y conozca parte de las tradiciones, cultura, gastronomía y un sinnúmero de riquezas y atractivos, pues la calidez de los zitacuarenses, siempre será un rasgo que les distinga. Además de que sirve como escaparate, para que las personas vengan a probar y comprar este postre, que tiene diversos sabores: naranja, mantequilla, vainilla y más. En esta feria se develó un pan monumental, hecho por los diferentes expositores participantes, el cual, compartieron con los asistentes; por lo que se reconoce la labor de los panaderos que acercan el pan a los zitacuarenses. Para ellos, ésta es una oportunidad más, ya que por años han realizado la elaboración del pan, lo cual ha representado una fuente de empleo para los zitacuarenses. Pan de muerto, tradición mexicana El pan de muerto, es una tradición mexicana que no puede faltar en las ofrendas del Día de Muertos el 2 de noviembre. Existen diversas leyendas acerca de su origen, además de cientos de variedades, con diferentes formas y sabores, todas con un significado muy especial. Se conocen varias versiones acerca del origen del pan de muerto, para algunos nació dentro de las culturas prehispánicas y tomó la forma con la que hoy se conoce, a partir de la llegada de los españoles a México. Los expertos hacen referencia principalmente a los sacrificios humanos que se presume realizaban los aztecas, y relatan que cuando una princesa era ofrecida a los dioses, su corazón se introducía en una olla llena de amaranto, para después morderlo en señal de agradecimiento.