La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hizo un llamado a las autoridades del Estado de Michoacán y a los estudiantes normalistas que se manifiestan públicamente, para que resuelvan sus diferencias por la vía del diálogo para que imperen la convivencia pacífica y el ejercicio pleno de los derechos fundamentales, a fin de prevenir hechos de difícil o de imposible reparación. A través de un comunicado, la Comisión Nacional reafirmó el valor y la importancia de las protestas pacíficas en una sociedad democrática y dijo rechazar cualquier acto de violencia y provación; asimismo, recordó que el actuar tanto de las autoridades como de los inconformes debe sujetarse al marco de la ley. Asimismo, la comisión que preside Luis Raúl González reconoció que la libertad de expresión "es un derecho fundamental y su práctica facilita el ejercicio de otros derechos, como los de reunión y la protesta social no violenta. "Frente al ejercicio del derecho a la manifestación y a la protesta, la autoridad debe garantizar la seguridad de los manifestantes y los derechos de terceros, procesar las demandas y ofrecer soluciones de manera institucional, además de que los cuerpos de seguridad deben conducirse con respeto irrestricto a los derechos humanos y a las obligaciones que la ley les impone", se recordó en el texto. La CNDH reiteró que, independientemente de la legitimidad de las protestas y manifestaciones, y sin importar el sector, grupo o carácter de su origen con que se ostenten, las personas que participan deberán responder si cometen delitos. "No se trata de que un derecho prevalezca sobre los demás, sino de aceptar que el derecho de uno termina donde empiezan los derechos de los demás", concluyó la Comisión.