Una encuesta realizada por Kaspersky Lab y B2B International muestra que la relación entre los usuarios mexicanos y sus dispositivos digitales es a menudo más estrecha que con sus mejores amigos, ya que el 31% los lleva al baño y el 34% comparte secretos con ellos que no quieren que nadie más sepa. Sin embargo, esta confianza puede poner en riesgo a los usuarios, ya que los dispositivos pueden ser "hackeados" y la información privada quedaría expuesta al mundo. La encuesta encontró que la gran mayoría de los mexicanos (89%) almacena información importante, confidencial y a veces insustituible en sus teléfonos inteligentes, incluyendo contraseñas, mensajes, fotos, contactos, archivos y más. Uno de cada tres dice que su dispositivo contiene información sensible que no quisiera que nadie más viera. Además, estos dispositivos se llevan y se utilizan en todas partes, incluyendo en el trabajo (70%), el auto (47%), el transporte público (41%), la cama (69%) e incluso en el baño (31%). Fuera del hogar, estos dispositivos se enfrentan a riesgos potenciales que incluyen daño, pérdida y robo, pero incluso también piratería por delincuentes cibernéticos que intentan robar datos o incluso espiar al usuario. Los dispositivos que se utilizan en las redes Wi-Fi abiertas son particularmente vulnerables a los ataques. Sin embargo, pocas personas toman alguna medida para reducir el riesgo. Nuestra encuesta encontró que sólo el 39% de los usuarios mexicanos adapta su actividad en línea cuando están conectados a una red Wi-Fi pública insegura, a pesar del hecho de que los "hackers" pueden interceptar datos y contraseñas fácilmente. Además, el 30% no aprovecha las funciones de seguridad con las que cuenta el dispositivo, como el bloqueo remoto o la capacidad de encontrar-mi-dispositivo. El impacto de no proteger los dispositivos que llevamos con nosotros puede ser de largo alcance. Según la encuesta, una cuarta parte de los usuarios cuyo dispositivo se perdió o fue robado descubrió que su información personal o secreta se filtró. Pero tampoco es un hecho que los usuarios estén automáticamente más seguros en casa. Allí se enfrentan a diferentes y, a veces, a mayores riesgos, sobre todo en lugares sensibles como dormitorios y baños, ya que un dispositivo "hackeado" podría fácilmente encender la cámara web del usuario. "El vínculo de confianza entre los usuarios y sus dispositivos puede llevar a olvidarse de la seguridad. Es difícil imaginar que algo que llevamos cerca de nosotros en todo momento y que encendemos para todo pudiera convertirse en una amenaza. Pero sí puede, y sucede. Un amigo digital se puede convertir en un "enemigo" digital. El no prever posibles riesgos y proteger nuestros dispositivos podría significar la pérdida de información confidencial, dinero e incluso nuestras identidades. La cámara del dispositivo que utilizamos para mirar hacia el mundo puede ser 'hackeada' y utilizada para explorar nuestro mundo interior. La seguridad no es simplemente un extra opcional”, dijo Víctor Yablokov, director de la Línea de Productos Móviles de Kaspersky Lab. Para asegurarnos que un amigo digital no se transforme en un enemigo, Kaspersky Lab recomienda establecer contraseñas seguras para los dispositivos y para las cuentas en línea, instalar una solución confiable de seguridad como Kaspersky Total Security multidispositivos y tener cuidado al entrar a sitios de Internet, así como al descargar aplicaciones, sobre todo desde redes Wi-Fi inseguras.