Con una misa y arreglos florales al pie de las escalinatas del altar de la Catedral Metropolitana de Xalapa, se recordó a la joven veracruzana Michelle Gil Jaimez, una de las víctimas de los atentados en París, Francia. La fotografía de la joven formó parte de los recuerdos que sus familiares radicados en esta ciudad dispusieron para la misa en la que se reunieron para pedir por su eterno descanso. El sacerdote enumeró los nombres de los difuntos por quien rogaría la tarde noche de este miércoles, entre los que se encontraba la joven originaria del municipio de Tuxpan, por quién pidió orar por su alma pues -dijo- "se nos llena de tristeza el corazón al ver estos sucesos". Al frente de las filas se encontraban dos tíos de Michelle, quienes se sumaron a una jornada de oración en todas las ciudades del país donde la jovencita tenía familiares. Su tío Jorge Alberto Sumaya Cruz relató que las misas que este miércoles se replicaron en cada lugar en el que la menor de cinco hermanos tenía familiares. En Xalapa no fue la excepción, y aunque la Iglesia estaba semivacía, sus familiares escucharon atentos las plegarias del sacerdote que insistía en la paz para el alma de la tuxpeña y el fortalecimiento de sus familiares. Cruz admitió con el rostro desencajado que desde el domingo pasado la madre y hermanas de la joven están en Francia tratando de que les entreguen el cuerpo para ser trasladado a México. No obstante, dijo que las pruebas de ADN siguen y hasta el momento aún no hay fecha para que puedan retornar al país para darle sepultura. Al recordarla, contó la ligereza de espíritu, su gran carisma y empatía que le permitían hacer fácilmente amigos. Narró sobre sus planes de regresar para las fiestas decembrinas a México, de sus planes por casarse con Filipo, con quien quería tener cinco hijos. Su anhelo de un restaurante de comida típica mexicana en la ciudad gala quedó en un simple sueño. La joven, que hacía seis meses visitó a sus padres para contarle de sus planes de boda, ya no regresará.
La Voz de Michoacán
