Ángel Brando, un niño de ocho años de edad, se ahorcó frente a su hermano menor enojado porque su papá le quitó su teléfono celular, y aunque su progenitor lo llevó a la clínica 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) los médicos ya nada pudieron hacer porque el menor ya había muerto. Los hechos ocurrieron el sábado por la tarde, aproximadamente a las 16:00 horas, en la casa familiar ubicada en la colonia Los Laureles. El papá del menor, José Ángel “N” relató a la policía que discutió con su hijo, quien tenía problemas de mal comportamiento, y le quitó su teléfono celular. El niño se molestó y fue a su cuarto donde se quitó la vida, su hermano menor reveló que entró enojado y le dijo que se mataría porque su padre le quitó su celular, mientras cogió un cinto, lo amarró a la litera de la cama “metió la cabeza, lo sujetó al cuello y se dejó caer desde arriba”. José Ángel reveló que su pequeño hijo Ángel Brando tenía problemas de conducta graves, porque su carácter era muy violento y estaba en tratamiento con la psicóloga de la escuela primaria donde estudiaba. Un agente del Ministerio Público (MP), de la Procuraduría General de Justicia de Estado (PGJE), delegación Laguna I, dio fe del deceso del infante.