La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) acreditó violaciones graves a los derechos humanos por el uso excesivo de la fuerza por parte de elementos de la Policía Federal contra integrantes del grupo de autodefensa, durante hechos ocurridos el pasado 6 de enero en el municipio de Apatzingán, Michoacán. En conferencia de prensa, el ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, dirigió la recomendación al comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, por violaciones graves, y por otros hechos violatorios que no se consideraron graves, los cuales son atribuibles a militares y servidores públicos del gobierno de Michoacán y del municipio de Apatzingán. "En el presente casi se actualizaron los supuestos de violaciones graves a derechos humanos de conformidad con los estándares internacionales, en virtud de que en el contexto de los hechos y de acuerdo con las evidencias, análisis y dictámenes periciales realizados por personal de esta Comisión Nacional se acreditó en el segundo evento el uso excesivo de la fuerza que derivó en la privación de la vida de cinco personas así como la ejecución extrajudicial de una persona por parte de elementos de la Policía Federal", dijo el presidente de la CNDH. De acuerdo con la investigación presentada por CNDH, los hechos ocurrieron en dos eventos; en el segundo fue en el que la PF cometió violaciones graves a los derechos humanos contra miembros del grupo de autodefensa que se transportaban en una camioneta Pick-Up. Luego de revisar las imágenes de las cámaras del C-4, análisis de fotografías y testimonios, hubo nueve personas fallecidas, de las cuales tres eran tripulantes de la camioneta Pick-Up y cinco de una camioneta Acadia negra, así como una más que el cuerpo de la persona fue dejado en la entrada del Hospital General. En el documento, la CNDH indica que las camionetas presentaron 70 y 44 impactos de bala, respectivamente. De las evidencias con las que contó el organismo, observó que no había armas de fuego cerca de los cuerpos de los llamados grupos de autodefensa; precisa que si bien había un arma de fuego en una camioneta, el cargador estaba desabastecido. "Adicionalmente en las cercanías de la camioneta Acadia se encontraron 90 casquillos percutidos calibre 308, que no corresponden al calibre .223 del fusil de asalto que fue encontrado en el interior de la camioneta", indica el documento. Del análisis de las fotografías proporcionadas por la Procuraduría General de Justicia de Michoacán, se pudo observar que las únicas armas con las que contaban los occisos eran palos y no armas de fuego.