A un año de la muerte de Roberto Gómez Fernández “Chespirito” su familia agradece haber podido llevar un duelo lleno de amor, por lo que este 28 de noviembre que se conmemora el primer aniversario luctuoso han decidido reunirse en completa privacidad para recordarlo como el ser bondadoso que siempre fue. Por tal motivo no asistirán al panteón, donde se encuentran los restos del escritor, productor y guionista. “Queremos ver algunas fotografías, platicar entre nosotros como hermanos y no habrá misa”, Dijo a Notimex Paulina Gómez Fernández, hija de Roberto Gómez Bolaños. Paulina abrió su corazón para platicar sobre su padre, icono de la televisión latinoamericana, y aunque ya no está físicamente, las muestras de cariño siguen vigentes hacia los miembros de su familia. “Fue sorprendente las muestras de cariño alrededor de nosotros, lo que nos hizo llevar un duelo llenos de amor”, apuntó Fernández, quien aún recuerda con tristeza la noticia del fallecimiento de su padre, quien dejó huella en la televisión, teatro y cine. “Por una llamada telefónica me enteré y bueno, lo demás ya todos lo saben, pero soy afortunada porque tuve la oportunidad de abrazar a mi padre dos semanas antes de que muriera y nos dijimos todo, así que no hay pendientes”, apuntó. Recordó que en sus años de adolescencia fue rebelde “e incluso alguna vez le azoté la puerta y le dije que no lo quería, pero tuve la oportunidad de expresarle mi agradecimiento y demostrarle que no tenía resentimiento alguno. “Siempre lo amé, además él fue el primero que confió en mí cuando quise ser actriz, debo confesar que mis hermanos me decían que era muy regañón; sin embargo, conmigo fue un consentidor y fue un honor trabajar bajos sus órdenes”, añadió. Paulina, quien es la hija menor de “Chespirito”, abandonó la carrera de actriz; sin embargo, hoy en día junto con su hermana Marcela, han asumido el reto de sacar adelante la Fundación Chespirito, la cual actualmente impulsa el programa “Chavos sanos en las escuelas”. Desde su trinchera como creativa de la fundación, Paulina se encuentra muy comprometida, ya que a su padre le entusiasmaba que esta iniciativa pudiera ayudar a niños con diabetes. “No entendía cómo niños se podían ver limitados en su vida por esta enfermedad, además que él vivió de cerca el padecimiento, primero con mi hija y luego cuando él lo padeció”, apuntó. “Mi padre siempre fue un hombre bondadoso, un gran conversador, que le gustaba leer, pero que también tenía un gran sentido del humor”, dijo Paulina, quien al recalcar que la trascendencia del trabajo de su padre radica en que sus personajes son muy humanos. En memoria de ese legado, Paulina Gómez Fernández reiteró que ella y sus hermanos seguirán unidos, y descartó que existan rencillas con Florinda Meza, viuda de su padre, quien organizó una misa en honor al actor, para este sábado en el Antiguo Panteón Francés, en esta ciudad.