“Aquí no hay pauta para la mentira, tenemos que poner por delante el interés de quienes en el futuro llevarán las riendas de nuestro país, y (eso) sólo es con educación, porque no puede ser que los niños más pobres de México no tengan 200 días de clases al año, ellos son los que se merecen a los mejores de los mejores maestros de México para que salgan adelante y podamos dejar atrás este rezago que le duele al país”, expuso Rosario Robles Berlanga, secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano en Lázaro Cárdenas, Michoacán. Luego de que antes de iniciar la firma de convenio para la conformación de la zona conurbada entre La Unión Guerrero y el Puerto michoacano, integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación gritaron consignas en contra de la Reforma Educativa, y se les concedió el derecho de hablar al micrófono para exponer su inconformidad, la funcionaria federal destacó en su discurso las ventajas de dicha modificación a la ley. “El gran patrimonio que dejan los padres para el futuro de sus hijas e hijos es la educación, y todos nosotros, las madres de familia siempre pensamos en que queremos una educación para nuestros hijos mejor que la que nosotros recibimos (…) necesitamos educación de calidad para que nuestras niñas y niños sean el día de mañana competitivos y puedan salir a trabajar en mejores condiciones”. Asimismo aclaró que en ningún momento se pone en riesgo el carácter público, gratuito y laico de la educación en México, ni el trabajo de las y los maestros, porque “México le debe mucho al magisterio, lo único de lo que se trata es de que los que evalúan a los infantes cada mes y cada año, sean también evaluados, porque eso es lo justo y eso es lo que requiere la educación para mejorar”. Para más información consulte la edición impresa de este 5 de diciembre