El escritor William McIlvanney, precursor en los años 70 de la novela policiaca escocesa, ha muerto a los 79 años en su casa en la ciudad de Glasgow tras padecer "una corta enfermedad", informó hoy la agencia local PA. El autor de la trilogía Laidlaw y de otras novelas ambientadas en Glasgow, como Docherty y The Big Man, murió "en paz" hoy en su vivienda. Le sobreviven su esposa, Siobhan, su hija del mismo nombre, su hijo Liam y su hermano Hugh, un conocido periodista en el Reino Unido, indicó la PA. McIlvanney fue el gran precursor de la literatura policíaca escocesa a finales de los años 70 del siglo pasado, siendo la trilogía Laidlaw uno de sus trabajos más alabados, con el que obtuvo el premio de novela negra CWA Silver Dagger. Tras dedicarse un tiempo a la enseñanza, este escocés nacido en Kilmarnock publicó en 1966 su primera obra, Remedy is None, para dedicarse plenamente a la literatura a partir de 1975, cuando publicó Docherty y posteriormente, en 1977, Laidlaw. Su obra, en la que retrataba a personajes cotidianos y a menudo de clase trabajadora, influyó a escritores escoceses posteriores, como Ian Rankin e Irvine Welsh, que hoy rindieron tributo a su figura. "Un autor verdaderamente inspirado e inspirador y un auténtico caballero", ha escrito en Twitter Rankin, creador de la serie del inspector Rebus. Welsh, autor de Trainspotting, le ha descrito por su parte como "un escritor inspirador y uno de los hombres más agradables que uno pudiera conocer". La ministra principal escocesa, la independentista Nicola Sturgeon, lamentó también su pérdida y confesó que es una gran admiradora de su obra. "Estoy muy triste por la muerte de Willie McIlvanney. Su obra me influyó enormemente de jovencita. En mi opinión, Docherty es una de las novelas clásicas de nuestro tiempo", ha declarado.