El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la empresa Ingenes desarrollan biomarcadores para mejorar los procesos de fertilización in vitro e implantación del embrión en el útero. En un comunicado del Cinvestav, la investigadora Esther López-Bayghen Patiño destacó que con estos biomarcadores las parejas con problemas de fertilidad tienen alternativas para lograr un embarazo en 92 por ciento de los casos. La investigadora mencionó también que el convenio de colaboración entre ambas instituciones, firmado desde hace cinco años, permitió prepara a estudiantes de maestría y doctorado. La capacitación se realizó debido a que la empresa cuenta con un laboratorio similar al del Conacyt para hacer crecer a los embriones hasta un estado de blastocisto, el cual permite que con cinco o seis días de edad, los embriones se transfieran a un útero preparado con antelación. López-Bayghen Patiño recordó que uno de los factores que provocan infertilidad es la edad, ya que después de los 35 años, se eleva la probabilidad de que la mujer produzca embriones con anomalías cromosómicas. “En medicina reproductiva, 30 o 40 por ciento de pacientes que son infértiles o vienen a que se les ayude con problemas de infertilidad justamente lo hacen por edad, porque ya envejecieron los óvulos y pasó la edad reproductiva”, comentó la investigadora. Así que en el laboratorio se analiza embrión por embrión, sus cromosomas y se observa que no haya pérdidas ni ganancias con el fin de evitar problemas como los síndromes de Down, de Edwards y de Patau, entre otros. Lo anterior, precisó López-Bayghen Patiño, se hace antes de que el embrión se transfiera al útero, pues además de la edad, otros factores que afectan la fertilidad de las mujeres son el síndrome metabólico, la calidad de los óvulos, la ovulación, cambios en el útero, como la forma y la preparación para recibir el embrión. También pueden existir problemas en el proceso de fertilización, es decir, que haya el lugar y el tiempo adecuados para que el embrión encuentre al espermatozoide y se produzca un embrión, puntualizó la especialista. “En ese sentido, la tecnología ha resuelto muy bien determinar si los óvulos se pueden fertilizar y el hecho de generar un embrión sano en el laboratorio, además de trabajar intensamente en ver cómo detectar que el útero está en el momento adecuado para recibir el embrión”, apuntó. Por otro lado, la investigadora del Cinvestav comentó que los hombres pueden tener problemas si presentan cambios en la función testicular que afecten la formación de espermatozoides, ya que pueden generar menor capacidad de fertilización. No obstante, la especialista dijo que de forma idenpendiente de quién y cuál sea la razón por la que sé es infértil, la solución es generar los embriones en el laboratorio. Si la problemática son los óvulos, se seleccionan en el laboratorio, con la eliminación de los malos y la preservación de los buenos; si el impedimento es que el espermatozoide no se encuentra con el óvulo por bloqueo de trompas, in vitro logra generar este encuentro. Y si el problema es que la producción de esperma es escasa o el espermatozoide no llega al óvulo por falta de movilidad o porque es débil, en el laboratorio se resuelve y se genera el embrión. De modo que, con excepción de las mujeres que no tiene útero, casi todos los problemas de infertilidad tienen solución, afirmó López-Bayghen Patiño.