La nueva misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) para estudiar el universo oscuro, Euclid, está lista para ser construida, una vez aprobado el diseño y la viabilidad de la nave y su carga científica, que será lanzada en 2020. "Estamos seguros del éxito científico de la misión, que nos desvelará la estructura del Universo y nos ayudará a entender la enigmática energía oscura", dijo Francisco Castander, investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (IEEC-CSIC) de Barcelona (noreste de España), que participa en el proyecto, además de miembro del equipo científico de ESA y co-coordinador de la misión en España. "Es un gran paso para la misión -afirmó el jefe del proyecto Euclid, Giuseppe Raca-. Hemos evaluado todos los elementos y tenemos la certeza de que la misión es factible y podremos hacer ciencia". La misión Euclid tiene como objetivo investigar la materia oscura y la energía oscura, y en 2011 fue seleccionada como una de las misiones de clase mediana de la ESA. Desde entonces, los científicos han estudiado el diseño de la misión hasta el último detalle, y una vez han comprobado todo, ahora pondrán en marcha la construcción para un lanzamiento que está previsto para el año 2020. La astronave, con un telescopio de 1.2 metros de diámetro, orbitará alrededor del punto L2 de Lagrange, a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, y recogerá datos durante seis años para desvelar los secretos más oscuros del universo. Actualmente, los astrofísicos sólo saben que menos del 5% de la materia del universo tiene forma visible. El resto, la materia oscura, no se ve, pero se infiere que existe a partir de sus efectos gravitatorios. Según el IEEC, la hasta ahora indetectable energía oscura explicaría la aceleración de la expansión del universo. Euclid cartografiará las formas, posiciones y movimientos de dos mil millones de galaxias a lo largo de más de un tercio de la bóveda celeste. El análisis de estos datos permitirá a los astrónomos conocer con más detalle las características y comportamiento de la materia oscura y la energía oscura. El IEEC-CSIC se encargará del diseño y la construcción de la rueda de filtros del instrumento infrarrojo de la misión, en colaboración con el Instituto de Física d'Altes Energies (IFAE-Barcelona). También lidera y coordina el trabajo de simulaciones de Euclid, y colabora con el centro de datos científico español de la misión, ubicado en el Puerto de Información Científica (PIC) en el campus de Bellaterra. El Consorcio Euclid está formado por más de mil científicos de un centenar de instituciones de 13 países europeos. Además de España, participan: Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia Finlandia, Alemania, Holanda, Italia, Noruega, Portugal, Rumanía, Suiza y el Reino Unido. Con información de El Informador.