Una escultura de tamaño natural de Ernesto “Che” Guevara da la bienvenida a un original museo privado en su honor, montado y conservado por Eladio González, admirador incondicional del comandante de la Revolución cubana. La figura de un “Che” vestido de verde olivo, boina, con un puro en la boca y largos cabellos, sobresale entre el mar de objetos recolectados durante décadas por González, a quien un viaje realizado a Cuba en 1993 lo convirtió en un ferviente promotor del legado “guevarista”. Estremece la ficha que identifica una escultura realizada en 1998 por el artista argentino Carlos Baños “con técnicas hiperrealistas”, y en cuya realización “fueron utilizadas prótesis y tejidos humanos auténticos como dientes, cabellos, ojos y uñas”. El local de antigüedades propiedad de Irene Perpiñal, esposa de González, sirve como albergue de una amplia colección de monedas, postales, fotografías, pósters, documentos y hasta un portafolio que perteneció a Guevara, que se muestran en una amplia vitrina. También hay una réplica en miniatura de la moto con la que “El Che”, nacido en 1928 en Argentina, realizó uno de sus primeros viajes por América Latina, dibujos, banderas, platos con su rostro inmortalizado con la legendaria foto de Alberto Korda y calcomanías con el lema: “Chau, bloqueo”. Los visitantes pueden admirar réplicas de todos los materiales y tamaños del Che en diferentes momentos de su vida, ya sea como un joven médico argentino, un viajero infatigable, líder guerrillero al lado de Fidel Castro o funcionario del gobierno cubano emanado de la Revolución de 1959. Las imágenes de un “Che” sonriente o serio, lampiño o con el rostro invadido de abundante barba y bigote, en color o a blanco y negro y un póster de la famosa película de Steven Soderbergh en la que Benicio del Toro se transformó en Guevara invaden paredes y techo del local. A diario, a toda hora, hasta este museo enclavado en el barrio de Caballito de Buenos Aires, llegan seguidores del “Che” que son atendidos por González, quien no se cansa de contar a cada uno de los visitantes pasajes de la historia mundial en la que su héroe estuvo involucrado. González explicó en entrevista con Notimex que no tiene un inventario preciso porque las piezas no están numeradas, ya que además de las que están en exhibición, hay muchas más que tiene guardadas por falta de espacio. “Esto lo hacemos con mucho esfuerzo para mantener vivo el recuerdo del Che, para hacerle el homenaje que no le hacen acá, porque no hay ningún museo oficial financiado por el gobierno de la ciudad o el gobierno nacional”, lamentó. El coleccionista confesó la indignación que le provoca la falta de reconocimiento a Guevara en el país en el que nació, en donde “está aislado, es ocultado, despreciado por los propios argentinos”. Por suerte, agregó, también hay miles de personas que no temen expresar su “guevarismo” y que difunde el legado de un hombre que dio la vida por amor al pueblo latinoamericano. “Los medios no hablan de Guevara porque su ejemplo es peligroso para el sistema, si la juventud lo leyera más entendería la importancia de luchar por los ideales, entonces no conviene a quienes quieren que todo siga igual”, enfatizó.
La Voz de Michoacán
