Al término del año, escucharemos los propósitos del jefe, de la compañera, la mejor amiga y hasta de tu hermano menor. Y es lo mismo cada año: “Ahora sí me voy a meter al gym”, “Me titulo el próximo año”. ¿A quién no le gusta empezar desde cero? Y no hay nada mejor que la oportunidad de un Nuevo Año. •Bajar de peso: Esta SIEMPRE estará en el primer lugar de todas las listas. No por nada todos los gimnasios hacen descuentos en estas fechas y las máquinas de ejercicio están en rebajas. Además, después de toda la tragadera de Navidad y el recalentado, cualquiera quiere reprimir la culpa. •Dejar de fumar: Si no es fumar, es dejar el alcohol o las drogas. Y posiblemente no lo hacen por gusto, sino por alguna condición médica. Lo malo es que la nicotina es súper adictiva, así que éste posiblemente sea el hábito más difícil de eliminar. •Viajar más: “Este año viajaré por mi cuenta… no importa si nadie me acompaña” Y aunque suene atrevido el 31 de diciembre, la verdad es que la mayoría hace este propósito sin pensar en lo que realmente conlleva: ahorrar, buscar, planear y hasta armarse de valor para subir a un avión por su cuenta. En este caso podemos dar una recomendación: ¡Sólo hazlo! No lo pienses demasiado, hazlo y pide perdón después. •Conseguir otro trabajo: Sé honesta: en algún punto de tu vida estuviste en un trabajo ESPANTOSO. Y aunque sea horrible, simplemente no puedes dejarlo porque te pagan bien, o tienen buenas prestaciones, o simplemente porque te queda cerca de tu casa. Pero pasan las uvas y la sangría y decides que ya fue suficiente: este es el año para buscar nuevas oportunidades. Lo malo de estar en nuestro país es que las cifras del desempleo siempre estarán en tu contra. •Leer más: Según el INEGI, el mexicano lee menos de 4 libros al año… ¡al año! Y aunque sepas que los libros son caros, no te gusta leer y ni siquiera terminaste de leer los libros que te obligaban a leer en la prepa, te decides a cumplir con este propósito. •Pasar más tiempo con la familia: Después de lo bien que te la pasaste en Navidad, decides que es hora de apreciar lo que tienes y pasar más tiempo con tu familia el próximo año. Y aunque tengas intenciones puras, la verdad es que son fáciles de olvidar cuando te caen las invitaciones a las fiestas. Los propósitos de Año Nuevo ya pasaron de moda, lo de hoy es disfrutar del tiempo que tienes y hacer lo mejor de él.