El presidente del club de futbol Barcelona, Josep María Bartomeu, y su antecesor Sandro Rosell, se negaron hoy a declarar ante la Audiencia Nacional por presuntas irregularidades en el fichaje del brasileño Neymar da Silva Junior. Los dos representantes del club azulgrana acudieron ese lunes a la sede de la Audiencia Nacional, y según fuentes jurídicas ambos rechazaron responder a las preguntas de la fiscalía y del juez de instrucción José de la Mata. El juez les había citado en calidad de investigados por presunta estafa y corrupción entre particulares, según la empresa DIS que tenía los derechos del jugador y que les acusa de no pagarles la cifra real que le correspondía por el pago del Barcelona al Santos de Brasil. Tanto Bartomeu como Rosell se ratificaron en lo que anteriormente han declarado de esta operación ante el juez Pablo Ruz, que les investigaba por delitos fiscales en esta misma contratación. El actual dirigente del Barcelona manifestó en aquella ocasión que la operación fue dirigida por Rosell en 2011, y que él en ese entonces como vicepresidente del club no tuvo nada que ver. Por su parte, Rosell alegó que la operación fue legal y ascendió a 57.1 millones de euros, aunque la fiscalía valora que pudo ser de 83.3 millones de euros. Los dos representantes azulgranas llegaron juntos a la sede judicial, y la abandonaron en poco tiempo sin hacer comentarios a la prensa que les esperaba afuera.