«Soy cantante por cobardía. Yo quería ser torero». La frase es universalmente conocida entre los miles aficionados a los toros y fans de Joaquín Sabina, que acaba de publicar «Garagatos». Su operación de estómago le impidió ir el pasado domingo a ver a uno de sus grandes ídolos, José Tomás. «Iba a ir, y además se lo había prometido a él, pero coincidió con el postoperatorio y con lo de la diverticulitis, y los médicos no me aconsejaban hacer un viaje tan largo en avión», comentó en una muy recomendable entrevista con mi compañero Pablo Martínez Pita, que ABC.es publicará esta noche. Conocedor de los ataques que sufre la Fiesta de los toros, manifestó: «Creo que hay muchísima ignorancia entre los antitaurinos y muchísimo desprecio a una cosa que ha sobrevivido siglos y que puede ser absolutamente bellísima, una metáfora de la vida y de la muerte como no hay otra en ningún escenario del mundo. Pero ahora va lo políticamente correcto…» Poeta, cantante y torero a su manera, se ha arrimado mucho a los toros de la vida y se ha llevado más de una cornada. «Sí, alguna me han dado. De hecho tengo una que parece una cesárea». Quizá tardemos en ver a Sabina en el ruedo de los escenarios, pero sí lo veremos cerca de la arena contemplando las faenas de espadas como López Simón, uno de los toreros que le han calado hondo. Con información de ABC.