Al presentar el “Informe Preliminar del Estado Ecológico del Manglar de Malecón Tajamar”, hidrobiólogos de la Universidad Autónoma de México (UAM) coincidieron que pese a la magnitud de los daños provocados por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), el ecosistema del polígono puede restaurarse. La elaboración del estudio comenzó en septiembre de 2015, luego de los desmontes y rellenos hechos por la empresa italiana Bi & Di a la vegetación de manglares y a la muerte de animales, en terrenos que le fueron permutados por el Fonatur, hasta después de la reciente devastación de 20 hectáreas, ordenada por el propio Fondo, el 16 y 17 de enero pasado. “Durante el segundo estudio de campo se pudo constatar una importante afectación del hábitat, debido a la tala completa de la superficie cubierta por el manglar, así como se pudo apreciar en los predios colindantes con la zona urbana, una completa desaparición de la selva baja caducifolia. “El panorama que se presentó fue de completa ausencia de la cubierta vegetal, encontrando montones de árboles secos, que fueron arrancados desde la raíz; también se apreció que muchos de los predios fueron completamente rellenados con materiales como la arena caliza blanca, localmente conocida como ‘sascab’ rocas de todos los tamaños desde los 10 centímetros hasta los 60 centímetros”, se indica en el informe. En conferencia de prensa, los responsables del estudio, Esteban Amaro y Ricardo Peña, junto con Katherine Ender, del movimiento “Guardianes del Manglar Cancún”, respondieron que si bien el desarrollo del proyecto en el polígono de 78.4 hectáreas, cuenta con autorizaciones de impacto ambiental y de cambio de uso de suelo en terrenos forestales, “estos permisos nunca debieron haberse dado”. “Este proyecto desde un principio estuvo mal concebido, mal planeado y mal ejecutado; ni siquiera debieron haber tocado el manglar. El marco legal vigente al momento de su evaluación no permitía que les dieran las autorizaciones. No estaba el 60 TER, pero estaban la Norma Oficial Mexicana 059, la NOM 022 y el artículo 420 BIS del Código Penal Federal, de 2002, que protegía los manglares”, expresó Esteban Amaro. El hidrobiólogo señaló que aunque detectaron que el humedal fue fragmentado por diversos procesos humanos, que afectaron su flujo hidrológico, y que también estaba dañado por el paso de algunos huracanes, como Wilma, en octubre de 2005, “debieron propiciar su recuperación, en lugar de integrarlo a la mancha urbana”. En ese sentido manifestó que a través del Programa de Desarrollo Urbano de Cancún, en su versión 2014.2030, se deja perder el manglar en lugar de impedir que se le toque para invertir en programas de restauración ambiental. Ambos especialistas aseguraron que si bien se detectó un daño “irreversible” por los cambios de la composición química de la tierra, se puede revertir el daño a los humedales del lugar. Contrario al dictamen presentado hace dos semanas por la Profepa, que concluyó que no se encontraron animales muertos, ni se puede considerar que el sitio sea un humedal, los hidrobiólogos manifestaron que se encontró mortandad de diferentes especies de animales silvestres, entre iguanas, cangrejo azul, ardillas, aves y cocodrilos heridos. Añadieron que el lugar puede considerarse un humedal, pues habitan en él cuatro tipos de mangle. “Después del análisis hidrológico se pudo apreciar un deterioro significativo de la calidad del agua por la destrucción total del hábitat del manglar circundante, La adición de cantidades importantes de materia orgánica en descomposición cambió de manera abrupta la bioquímica del agua. “Hay un cambio importante en la textura, granulometría, química y composición microbiológica del suelo, lo que afectará de manera importante la capacidad de desarrollo del manglar y otras especies de flora halófita”, se indicó. Ambos, resaltaron que es posible intervenir el sitio con un programa intensivo de reforestación de manglares, que es costoso. En él podrían participar especialistas de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), que han realizado ese tipo de acciones con un índice exitoso de sobrevivencia en la zona de manglares del Sistema Lagunar Nichupté. Katherine Ender dijo que el estudio será integrado como parte de la ampliación de demandas que ya fueron promovidas ante la Procuraduría General de la República (PGR) desde el año pasado. Recordó que el cinco de febrero pasado también presentó ante la PGR una petición para que aseguren los predios del “Malecón Tajamar”. Negó las acusaciones del Fonatur, en torno a que les han impedido cumplir con el rescate de Flora y Fauna que debieron haber concretado antes de entrar a devastar con maquinaria los manglares, en enero pasado. Amaro y Peña añadieron que no fueron contratados por “Guardianes del Manglar Cancún” para hacer el estudio, que es voluntario y público. “Sólo nos apoyaron para venir”, coincidieron.