Agencias / La Voz de Michoacán. La niña de cinco años de edad, secuestrada y violada hace dos semanas en Ghansor, en el estado de Madhya Pradesh, centro de India, falleció de un ataque cardiaco tras permanecer nueve días en un coma inducido, informaron hoy fuentes médicas indias. La pequeña murió la noche del lunes en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Care de la ciudad de Nagpur, en el estado de Maharastra, donde se encontraba en coma desde el pasado 20 de abril, después de haber sufrido daños cerebrales. El 17 de abril pasado, un hombre de 35 años atrajo a la niña con un chocolate y después la violó en la ciudad de Ghansaur, donde vía con su familia, de acuerdo con la policía, citada por la agencia Press Trust of India (PTI). Un día después, sus padres encontraron a su hija inconsciente y sangrando en una granja, a donde había sido abandonada por su agresor. En principio, la niña fue llevada a un hospital de Madhya Pradesh, pero tres días después debido a su gravedad fue trasladada en ambulancia aérea al nosocomio de Nagpur, donde un equipo de seis médicos trataron de salvarle su vida. El atacante, identificado por la prensa como Firoz Khan, fue detenido seis días después por la policía en el estado de Bihar, noroeste de India, indicó PTI. El 15 de abril pasado, otra niña de cinco años fue secuestrada y violada en grupo en un barrio de clase media de Nueva Delhi, lo que revivió las protestas contra la violencia que sufren las mujeres indias. El número de agresiones sexuales contra menores de 18 años en India ha aumentado desde la década de 1990 y los casos de violaciones a menores de 10 años se ha duplicado entre 1990 y 2011, llegando a los 875. Las autoridades indias han adoptado medidas especiales contra las violaciones y abusos sexuales en el país, a raíz de la consternación que generó en diciembre pasado la violación y muerte de una estudiante de 23 años en Nueva Delhi. Desde entonces, la prensa india publica casi a diario denuncias de violaciones registradas en todo el país y el gobierno se vio obligado a someter al Parlamento una nueva ley para endurecer las penas a los agresores sexuales.