México.- Las labores de protección y atención al Papa Francisco durante su visita a México, y a los más de 10 millones 300 mil mexicanos que siguieron su recorrido, son un claro ejemplo del trabajo profesional del Estado Mayor Presidencial (EMP), sostuvo el presidente Enrique Peña Nieto. Durante la celebración del día de ese cuerpo técnico de las Fuerzas Armadas, el mandatario reconoció el sentido del deber de sus integrantes, que desde los días previos a la llegada del pontífice, prepararon las medidas de protección y atención en cada una de sus 50 actividades y los 319 kilómetros en los que garantizó su integridad física. Desde la llegada del jerarca católico, el EMP coordinó un amplio operativo interinstitucional para que las múltiples expresiones de júbilo se dieran de forma organizada y sin contratiempos, con lo que demostró su responsabilidad, experiencia y profesionalismo. Más de 800 elementos participaron directamente en las labores de seguridad, y muchos más que hicieron posible esta “delicada misión”, que tomó “largas y extenuantes jornadas”. En la explanada Molino del Rey de la residencia oficial de Los Pinos, el jefe del Ejecutivo federal agradeció a los elementos del Ejército, Marina, Policía Federal y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). También al personal de las instituciones de salud y Protección Civil, así como a los 200 mil voluntarios, en especial de la Cruz Roja, por la cooperación y el profesionalismo mostrados durante la visita del pontífice, destacó. Luego de observar un espectáculo de fuentes danzantes y la proyección de una reseña histórica de los orígenes del EMP, Peña Nieto apuntó que la reciente visita papal permitió a los mexicanos conocer de cerca las funciones de ese agrupamiento que tiene la misión de garantizar la integridad del presidente, su familia y su gabinete. A pesar de que el titular del Ejecutivo federal presentaba un resfriado y problemas en vías respiratorias, dijo que “el Estado Mayor nunca le ha fallado al presidente”, por lo que no podía faltar a esta ceremonia. En el acto que precedió a una muestra de juegos pirotécnicos, Peña Nieto recalcó que en el México del Siglo XXI, el EMP se distingue como una institución altamente calificada y profesional, que sigue a la vanguardia logística, de técnica militar y de seguridad, así como un sentido de lealtad que constituye la mística de servicio en su actuar. El jefe del Estado Mayor Presidencial, Francisco Miranda, afirmó a su vez que la mejor manera de honrar a los héroes “es alzar la voz para decir no a la violencia ni a la delincuencia organizada; sí, al Estado de derecho y a la paz para nuestros compatriotas”. “No al miedo ni a la desesperanza, y sí a nuestros valores, tradiciones y profundas raíces de valor, honor, patriotismo y lealtad”, aseveró el general, quien obsequió al presidente una réplica del revólver Colt calibre 38 utilizado por Gustavo Garmendia el 18 de febrero de 1913, para defender al presidente Francisco I. Madero de rebeldes que planeaban asesinarlo. Sostuvo que la distinción de servir al presidente de la República implica el privilegio de servir a México, y que defender al titular del Poder Ejecutivo “es defender la democracia”, como lo hicieron en su momento los militares Gustavo Garmendia Villafaña y Federico Montes Alanís, considerados héroes por el EMP. Rememoró del 18 de febrero de hace más de un siglo, en el que los defensores de Madero exclamaron: “¡al presidente nadie lo toca!”, y que consideraron que era mejor ofrendar su vida para defender la del presidente que entregarlo a los traidores. Previo a entregar junto a Peña Nieto, los reconocimientos a los ganadores de un torneo de tiro, el jefe del EMP sostuvo que el presidente tiene una “visión de estadista”, por lo que refrendó su compromiso para quien tiene en sus manos el destino del país.