Con salón lleno, mesas impecables, ritmo sin igual, baile inacabable y siete coordinados chambelanes; María Fernanda Aguilera organizó llevó a cabo su fiesta de cumpleaños número quince, en lo que fue una ceremonia por demás especial. Los invitados, en su mayoría amistades jóvenes de María Fernanda, llevaron múltiples obsequios a la festejada, quien agradeció enormemente y de corazón, la compañía de todos en ese día tan esperado. Y para regalos, el que le dieron sus papás a mitad de la fiesta y que, inclusive, causó impresiones tanto en los asistentes como en la quinceañera: un teléfono celular nuevo. Música liviana y tranquila incursionó en el vals. Los siete chambelanes se movían al son de la canción “Photograph”. Luego, un DJ se encargó de hacer bailar a los invitados con temas dinámicos y, por supuesto, tradicionales en cualquier celebración, como el famoso “Caballo dorado”. Fiesta juvenil y familiar con cena de dos tiempos, variedad en bebidas, algunos invitados venidos desde Zamora y, desde luego, excelente ambiente en los quince años de María Fernanda.