Uruapan, Michoacán.- La zona arqueológica del municipio de Tingambato además de representar una belleza solemne que encierra historia y cultura, también es legado ancestral de la cultura teotihuacana apta para participar como testigos de los ritos ceremoniales que se desarrollan a sus alrededores, prueba de ello, es que año con año se llevan a cabo rituales, danzas y meditaciones, para celebrar el equinoccio de la primavera. Con elevadas dosis de misticismo y con el propósito de “cargarse” de energía, cientos de personas celebraron la llegada de la primavera en éste espacio arqueológico concretamente en la pirámide de la luna. Durante el desarrollo de estas actividades es digno resaltar que las personas acuden vestidas totalmente vestidas de blanco con la creencia de que este color es signo importante para absorber la energía, así mismo se reúnen en un área religiosa específicamente en el centro ceremonial para estar abiertos bajo los intensos rayos de sol a absorber la mayor energía posible. En la zona arqueológica, los participantes pueden disfrutar de 2 áreas denominadas como la civil y la religiosa, así mismo de 2 plazas, una cancha de juego de pelota, una pirámide abierta al público y un montículo piramidal aún no descubierto en su totalidad. Para más información consulta la edición impresa de La Voz de Michoacán del 22 de marzo de 2016.
La Voz de Michoacán
