Ciudad de México.- La socióloga y economista Saskia Sassen (Holanda, 1949) sostiene que "la economía global no se expande sin consecuencias, pues hoy en día se advierte una creciente desigualdad y desempleo, se observan cada vez más poblaciones desplazadas o encarceladas, y es notoria la destrucción de la tierra y del agua del mundo". Autora del libro "Expulsiones, brutalidad y complejidad en la economía global", explicó hoy, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que se trata de dislocaciones que no se explican con las herramientas tradicionales de la sociología, en los términos de "pobreza" e "injusticia". Sassen mencionó que esas dislocaciones se comprenden con una mayor precisión si se conceptualizan como tipos de expulsiones. "En las últimas dos décadas se ha presenciado un fuerte crecimiento de la cantidad de personas y empresas expulsadas de los órdenes sociales y económicos centrales de nuestro tiempo", señaló ante estudiantes de la UNAM. Expulsiones, abundó, durante su conferencia "Las ciencias sociales frente a un mundo en cambio: Interrogantes, continuidad y cambio", que no son espontáneas, sino producidas con instrumentos que incluyen "desde políticas elementales hasta instituciones, técnicas y complejos sistemas que requieren conocimiento y formatos institucionales intrincados". De acuerdo con la conferencista, el abordaje de la lógica de las exclusiones pone en evidencia un sistema cuyas consecuencias son devastadoras, incluso para quienes piensan que no son vulnerables. "De las finanzas a la minería, las técnicas de expulsión depredan conocimientos, intereses y logros", añadió a sus disertaciones en torno a la globalización. Luego dibujó conexiones para iluminar la sistematicidad de esas expulsiones, poniendo al descubierto el modo en que la complejidad de la economía global hace que sea difícil trazar líneas de responsabilidad para los desplazamientos y erradicaciones que provoca, y para que quienes se benefician del sistema se sientan responsables del daño que causan.
La Voz de Michoacán
