Morelia, Michoacán.-Las manos que se extienden en pro de la caridad, suelen alcanzar distancias remotas e inimaginables cuando éstas se tienden en equipo. Así, las oleadas de ayuda pueden romper en las costas de la escasez y beneficiar a grupos vulnerables o de extrema necesidad. El apoyo de muchos, puede cambiar vidas. Bajo el fomento del trabajo en equipo, los estudiantes de cuarto cuatrimestre de preparatoria, pertenecientes al Instituto Tecnológico de Monterrey campus Morelia, desarrollaron varios proyectos de carácter social y humanitario con la intención de ayudar a adultos y niños en situación de pobreza. Dichas acciones, fueron impulsadas por la institución a través de la incursión de la materia “Toma de decisiones con enfoque sistémico”. Alrededor de quince alumnos, propusieron, promovieron, desarrollaron y organizaron varios proyectos de distintas índoles y temáticas. Algunos contaron con patrocinios; otros obtuvieron sus fondos a partir de rifas; unos cuantos más, absorbieron la suma total del financiamiento. Amilcar Alejandro Romero, realizó un proyecto enfocado a la donación de tabletas electrónicas, para jóvenes estudiantes de la fundación “Menores En Situación Extraordinaria” (MESE). Dicha asociación, se dedica a la incorporación de menores en situación marginal a procesos educativos y de formación. Amilcar, financió su proyecto con la ayuda de distintos patrocinadores. Octavio Aburto Valdovinos también tendió su mano a la Fundación MESE. El alumno hizo una recolección de útiles escolares. Libros, tijeras, pegamentos y demás herramientas formaron parte del gran listado de ayuda. “La meta es colaborar con el desarrollo de la educación para estos jóvenes, así por lo menos el gasto de los útiles, ya no lo tienen”, comentó Octavio. Tener instalaciones dignas para la educación, fue la propuesta de Jaime López. Para lograr su objetivo, Jaime rifó una pantalla plana y así, consiguió pinturas y herramientas para remodelar las instalaciones de MESE. Con sus propias manos, el estudiante pintó los muros de la escuela y admitió sentir un grado magno de satisfacción. Palpar la ayuda desde la propia integridad, con los dedos, con las manos; es una acción digna, por demás noble. También se ayudaron a otros institutos. Valentina Morguecho donó televisiones para una telesecundaria ubicada en la comunidad del Durazno. Para ello, rifó un teléfono celular. Gustavo Zapien y Ali Elías encausaron sus proyectos hacia el fomento de la ciencia y la tecnología. Al lado del grupo estudiantil “Monarch-e”, los estudiantes buscan fomentar la “curiosidad por la ciencia”, en distintas escuelas. Inclusive, Ali construyó un robot con sus propias manos. Desde ayudar a un deportista a llegar a Río de Janeiro 2016; pintar con sus manos una escuela; hasta construir robots en pro de la ciencia. Los proyectos de estos estudiantes, dan un perfecto ejemplo del trabajo en equipo.