Los Reyes, Michoacán.- Para el antropólogo Alejandro González, lo que ha sucedido en los bosques del estado en los recientes 8 días, se puede catalogar como un ecocidio, que debería llevar a una declaratoria de emergencia medioambiental, por parte de las autoridades de los 3 niveles de gobierno, si no en la totalidad del estado, cuando menos en las regiones de Uruapan y Los Reyes. Lo anterior, no sólo por los incendios forestales más atroces de que se tenga memoria en la región occidental de la entidad, más de 5 mil hectáreas de bosque afectadas entre pastizales, arbustos y arbolado, sino además por la muerte de tal ves miles de especies animales y los días en que ha sido expuesta la población civil de por lo menos una veintena de municipios, que comprenden tanto la vertiente Occidental del Tancítaro -cuya corona se sigue consumiendo por el fuego hasta el cierre de la presente edición -, como de la vertiente Oriental del coloso citado, a respirar micro-partículas suspendidas en el ambiente. Estas miles de toneladas de micro-partículas suspendidas conformadas por las cenizas provenientes de miles de árboles incinerados, afecta el sistema respiratorio de cientos de miles de personas que habitan esta franja del territorio occidental de Michoacán. La contaminación atmosférica se delata en la nata amarillenta que se mira en lontananza, por encima de las sierras que cercan al valle de Los Reyes, en esta región occidental del Tancítaro, en donde además de los incendios forestales de la mayor elevación del estado, había que agregar a los surgidos en el cerro Grande de Pama el cual hasta la noche del martes 3 de los corrientes aun no era controlado, en el municipio de Los Reyes, así como 2 en el municipio de Peribán; 3 en el de Tocumbo y uno más en el de Cotija.