Roma.- El tenista suizo Roger Federer, tercera cabeza de serie del Masters 1000 de Roma, valoró la victoria obtenida en su regreso a las canchas sobre su similar alemán Alexander Zverev, a quien derrotó en dos sets que concluyeron 6-3 y 7-5. El helvético volvió al terreno de juego tras una lesión en la espalda que lo privó de actividad desde el 15 de abril, cuando se batió por última vez con el raquetista francés Jo-Wilfried Tsonga en el Masters 1000 de Montecarlo. Tras perderse el pasado torneo de Madrid, para este certamen Federer mostró no exigirse mucho en el plano físico para eliminar al germano 15 años menor que él luego de una hora y 27 minutos de partido en la segunda ronda del evento. Durante el encuentro, Federer demostró paciencia con su elección de disparos y atacó a su oponente a pesar de haber recibido cuatro saques incontestables, con lo cual luchó por ganar tres de los nueve quiebres que le fueron suficientes para llevarse el duelo. “He jugado con precaución porque los problemas que tuve en la espalda antes de participar en Madrid son todavía un poco delicados”, expresó el tenista, en conferencia de prensa. Sin embargo, el número dos en la clasificación mundial descartó que dicha lesión sea un riesgo que no se pueda mantener bajo control, por lo que para los siguientes duelos intentará recuperar el ritmo perdido, tras casi un mes sin actividad. “Me he sentido bien en mi debut en Roma y además estoy feliz porque Zverev es un jugador con talento que ha expresado un buen nivel”, manifestó.