Ciudad de México.- Quienes deciden estudiar y trabajar al mismo tiempo tienen un plus: desarrollan competencias como la responsabilidad y la disciplina, ambas muy valoradas en el campo laboral. Comenzar la vida laboral antes de culminar los estudios universitarios es una gran decisión, pues aunque esto representa grandes beneficios, puede ser complicado, ya que combinar ambas actividades no es sencillo. Además de la falta de tiempo y las múltiples actividades, las redes sociales o las pocas facilidades que brindan las empresas para estudiar y trabajar al mismo tiempo son factores que impactan en la productividad de los jóvenes, pero debes saber que realizar estas labores no es una misión imposible. De acuerdo con un estudio hecho por OCCEducación en agosto pasado, la falta de tiempo es la principal razón para que los mexicanos abandonan sus estudios y se dedican exclusivamente a su trabajo. Sin embargo, quizá esta no sea la mejor opción, ya que, de acuerdo con Gerardo Suárez, Director de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales de la UNITEC Campus Sur, “las personas que estudian y trabajan al mismo tiempo tienen un plus, pues al combinar las dos actividades desarrollan competencias muy valoradas en el campo laboral”. Además de las ventajas que trae consigo trabajar y estudiar al mismo tiempo, resulta indispensable tener claros ciertos puntos que te pueden ayudar a aumentar tu productividad. Por ello, el especialista de la UNITEC compartió con nosotros estos consejos: Encuentra un lugar ideal para estudiar. Además de las clases en la institución donde estudies, es importante que encuentres un sitio adecuado para realizar tus tareas. Tú te conoces mejor que nadie y sabes si necesitas silencio, música o ruido para trabajar mejor, así que elige el lugar en el que te sientas más a gusto y donde puedas evitar distracciones. Utiliza una agenda u organizador. Plasmar por escrito las actividades a realizar, así como los tiempos en que deben terminarse, te ayudará a no olvidar tus deberes y planear de mejor forma tus tareas. De esta forma evitarás saturarte y no cumplir con tus objetivos. Evita el multitasking. Poner tu atención en diversas actividades a la par no siempre resulta una habilidad que te beneficie, pues en ocasiones esto mermará tu productividad, ya que puede impactar en la calidad de tu trabajo y, en el caso de la escuela, afectar tu capacidad de aprendizaje. No sacrifiques tus horas de descanso. Si crees que trabajar unas “horas extra” hará rendir más tu tiempo, quizá debas pensarlo dos veces. El cuerpo requiere de un descanso adecuado para funcionar correctamente, de lo contrario, tu capacidad de concentración y retención se verá sumamente afectada. Sé creativo. Busca la forma de involucrar tu trabajo con tus deberes escolares, y viceversa. El trabajo y la escuela no deben ir por separado, sino complementarse para que tu desempeño sea el mejor en ambos aspectos y puedas crecer profesionalmente. Solicita apoyo en tu trabajo y escuela. Si estás estudiando y lo que deseas es ingresar al campo laboral, acércate con el personal de tu escuela, ya que muchas cuentan con programas de apoyo o licenciaturas ejecutivas para ayudarte a encontrar un trabajo que se acomode a tus tiempos. Si ya estás trabajando, no dejes que esto repercuta en tus estudios, recuerda que contar con una carrera universitaria representa una ventaja competitiva frente a otros postulantes en el mercado laboral.