Ciudad de México.- Es muy tierno que tu perro te lama la mano o la cara, ya que sin dudas esto es una muestra inconfundible de cariño, pero debes de tener cuidado, ya que sus enzimas son muy diferentes a las de nosotros. La mayoría de los cachorros lamen sus propias heridas, pues esto les ayuda a sanarlas mediante enzimas que desinfectan el tejido muerto y la suciedad. Pero el efecto no es el mismo si lame una herida de su dueño o su rostro. Y es que las lenguas de los perros llevan consigo altas cantidades de bacterias. Algunas de ellas son perjudiciales para el ser humano y nos pueden enfermar gravemente. Algunas de estas bacterias son más resistentes a los antibióticos que las infecciones típicas que atacan al organismo humano. Se calcula que del total de bacterias que hay en la lengua de un perro, 16% pueden transmitirse a humanos. Entre estos gérmenes hay uno que puede causar gingivitis y periodontitis (que puede causar la pérdida de soporte óseo al diente). Su nombre es Porphyromonas gulae, muy raro de hallarse en bocas humanas, pero muy común entre los perros. La recomendación no es prohibir a nuestros amigos este tipo de contacto, sino evitar a toda costa el intercambio de saliva entre perro y dueño, así como muy bien la cara cada vez que lleguen a lamer nuestro rostro. De esta manera evitaremos que la bacteria ya mencionada pueda llegar a nuestras encías y dientes, y nuestro perro podrá seguir demostrándonos su afecto.