Apatzingán, Michoacán.- Sergio Licea Valdovinos fue ultimado a balazos la madrugada de este miércoles en las calles de la colonia Palmira, en esta ciudad. Apenas el lunes 18 de abril de este año fue muerto a tiros su hijo: “El Güero Licea”, junto con dos personas más, de acuerdo con los datos otorgados por los contactos al interior del gobierno. Las autoridades ministeriales refirieron que el ataque fue en la Avenida Niños Héroes. El cuerpo inerte de Sergio Licea quedó dentro de un coche de la marca Nissan Sentra, de color plata, con placas de circulación PRF-1673 de esta entidad federativa. A la zona llegó un importante número de elementos de la Policía Michoacán, de la Policía Ministerial, de la Federal y del Ejército Mexicano. Los peritos y los agentes investigadores de la Fiscalía Regional de Justicia de Apatzingán emprendieron las actuaciones conducentes. Licea Valdovinos es padre de los hermanos José Romel “El Güero Licea” y Francisco “Paco” Licea Figueroa, el primero de ellos privado de la vida a balazos, con armas de fuego de grueso calibre, el 18 de abril pasado. Agresión en la que perecieron dos hombres más. En esa ocasión, “El Güero Licea” y otro de los fallecidos quedaron al interior de una camioneta BMW, en la calle Donato Bravo Izquierdo, muy cerca del Colegio La Paz, en la colonia Benito Juárez. La tercera víctima pereció en un hospital. Tanto José Romel como “Paco” Licea pertenecieron a las autodefensas michoacanas, según la información bridada por fuentes allegadas a la ex Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, las cuales añadieron que en su momento formaron parte del grupo G250, conformado para la “caza” de un grupo delictivo, el cual fue desintegrado, “borrado”, antes del 10 de mayo de 2014, cuando entraría en vigor la Fuerza Rural en los pueblos michoacanos que habían estado “alzados” en armas. Ahora, la Procuraduría General de Justicia aparte de indagar el múltiple crimen del lunes 18 de abril también investiga el homicidio del papá de “Los Licea”, mismo que vuelve a colocar a Apatzingán en el “ojo del huracán” de la violencia.