Ciudad de México.- Horas después del rescate del exseleccionado tricolor Alan Pulido, anunciado por el procurador de Tamaulipas, Ismael Quintanilla, la incredulidad se apoderó de las redes sociales ante la celeridad en que se resolvió el caso. En 24 horas el jugador fue raptado y liberado, sano y salvo. De acuerdo con Quintanilla, por un descuido de sus captores, Alan Pulido pudo marcar al 066 y fue rescatado. Más tarde, cuando el ex seleccionado nacional ya se encontraba en manos de las autoridades, las imágenes en la web comenzaron a circular. En ellas, el jugador se encontraba con el gobernador priísta de Tamulipas, Egidio Torre Cantú. El hecho generó dudas y escepticismo entre usuarios en la redes, donde ya se señalan “casualidades” y “acciones efectivas” del gobierno a seis días de las elecciones en esta entidad. “No creo nada”, “Que se lo crea su abuelita”, "Es un guión cinematográfico", son algunas de las frases que ya circulan en Twitter. Asimismo, los usuarios manifestaron frustración y enojo porque el gobierno tamaulipeco haya actuado tan rápido sólo en un secuestro de los cientos que, dicen, ocurren solo en esa entidad. En la madrugada, en su comparecencia ante los medios, el jugador sólo alcanzó a responder sobre su estado de salud: "Muy bien, gracias a Dios". Durante la presentación, frente a las instalaciones de la policía estatal, el deportista estuvo acompañado por el gobernador Egidio Torre Cantú. "Lo más importante es que aquí está, está con nosotros", indicó el mandatario estatal. Tras unos segundos, el futbolista subió a una camioneta de la policía y se marchó con rumbo desconocido. Pulido, de 25 años, apareció con una camiseta de colores sin mangas y, más allá de la mano, no presentaba signos visibles de violencia. El comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, dijo en Radio Fórmula, que no hubo violencia en el rescate, aunque el jugador tuvo heridas menores. "Era un secuestro", dijo el funcionario, quien agregó que aunque "hubo una negociación, no se pagó rescate". El incidente ocurrió a una semana de la celebración de elecciones de las que saldrá el nuevo gobernador del estado. En Tamaulipas, en la frontera con Texas, están presentes desde hace años los carteles rivales del Golfo y Los Zetas. A las organizaciones se les acusa de perpetrar secuestros, extorsiones y robos, y realizar actividades relacionadas con el tráfico de drogas.