Washington, EU.- Mohamed Alí, el mejor boxeador de todos los tiempos, fue una deportista cuyas batallas tanto dentro como fuera del cuadrilátero ayudaron a forjar la imagen contemporánea de Estados Unidos, dijo hoy el presidente Barack Obama. En un mensaje, tras la muerte del boxeador ocurrida la noche del viernes a los 74 años de edad en un hospital de Arizona, Obama destacó que Alí no solo era “un poeta tan hábil con el micrófono como cuando estaba en el cuadrilátero como peleador, sino que era un hombre que luchó por lo correcto”. “Un hombre que respaldó a (Martin Luther) King y a (Nelson) Mandela; que se mantuvo firme cuando era difícil hacerlo, y que habló cuando otro no lo haría. Sus luchas fuera del cuadrilátero le costarían su título de campeón y su imagen pública”, afirmó el presidente. Aseguró que las convicciones de Alí le generaron enemigos desde todos los espectros ideológicos, y estuvieron a punto de enviarlo a la cárcel. Sin embargo, el mandatario agregó que ese fue precisamente el ser humano que él conoció en su juventud. “Alí sostuvo sus convicciones. Y sus victorias nos ayudaron a acostumbrarnos al Estados Unidos que hoy reconocemos”, aseveró el presidente sobre el tres veces campeón del mundo, que cambió su nombre, Cassius Clay, cuando se convirtió a la religión del Islam. Obama citó al respecto las palabras que alguna vez Alí dijo como un desafío: “yo soy Estados Unidos. Soy la parte que no reconocemos. Pero acostúmbrate: soy negro, confiado, engreído. Mi nombre, no el tuyo; mis objetivos, los míos propios. Acostúmbrate a mí”. El mandatario reconoció que Ali no era un hombre perfecto; a veces podría usar las palabras sin cuidado; pero su espíritu le ganó más amigos que enemigos, y especialmente hacia el final de su vida se convirtió en una fuerza de paz. Obama se sumó así a los numerosos políticos y líderes internacionales que expresaron sus condolencias por la muerte de Alí. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, expresó su tristeza por la muerte del boxeador, a quien consideró “mucho más que una leyenda del boxeo” debido a su lucha por la igualdad y la paz, que esgrimió con una combinación de “principios, encanto, ingenio y gracia”. Nombrado como mensajero mundial de la paz en 1998, Alí viajó por el mundo para apoyar a niños y a otras personas atrapadas en conflictos, y para promover la reconciliación entre pueblos y naciones. Asimismo, el boxeador visitó la ONU en la década de 1970 para hacer campaña en contra del sistema de segregación del apartheid en Sudáfrica. “La ONU está agradecida de haberse beneficiados por su vida y por su trabajo como uno de los grandes luchadores humanitarios y defensores del entendimiento y de la paz”, apuntó Ban. Por su parte, el senador republicano John McCain, recordó que Alí fue un impulsor de la reforma a las leyes que regulan el boxeo, y brindó su apoyo para promover la investigación en torno a los riesgos que corre la salud y la seguridad de estos atletas. “El activismo de Alí hizo posible para una nueva generación de boxeadores estar libres del maltrato y la coerción que él y tanto otros tuvieron que enfrentar”, sostuvo McCain. El líder demócrata del Senado, Harry Reid, consideró que Alí era “un luchador en todo sentido de la palabra”, defensor de la igualdad y la justicia fuera del cuadrilátero. Ali “fue una inspiración cuya ética laboral, habilidades inigualables y confianza en sí mismo lo hicieron ‘el más grande de todos los tiempos'. Y nos demostró que aun cuando somos noqueados, siempre podemos ponernos de pie otra vez”, manifestó Reid.