Cautivan al público “Los zares del ballet” en el Metropólitan

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Ciudad de México.- De pie y en medio de una fuerte ovación fueron reconocidas anoche las estrellas del ballet ruso que ofrecieron una espléndida gala, denominada “Los zares del ballet”, en el Teatro Metropólitan de la capital mexicana.

Por primera vez en México, bailarines principales de las cuatro compañías de danza más importantes de Rusia se congregaron en un mismo escenario para dar una clase magistral de danza clásica y neoclásica que cautivó a los asistentes.

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Los bailarines Yulia Makhalina, Igor Kolb, Alexander Volchkov, Anastasia Lomachenkova y Mikhail Venschikov, provenientes de los teatros Mariinsky, Mikhailovsky de San Petersburgo, y Stanislavski del Bolshói, fueron los encargados de seducir a un público que no se movió de sus asientos.

Bajo la dirección de Vitaly Vidineev, la gala inició con la obra maestra: el “Grand pas de quatre”, de Cesare Pugni, y la presencia de cuatro bailarinas que ataviadas de blanco arrancaron los primeros aplausos con un par de pasos y parados de puntas espectaculares, que repitieron a lo largo de la pieza.

En un espectáculo que se extendió hasta casi las 23:00 horas, la gala siguió con la primera pareja que hizo lo propio y levantó el ánimo de un público que entre pieza y pieza reconoció la calidad dancística de los bailarines rusos.

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La emoción creció con el “Pas de deux de” de “Esmeralda”, y el II acto de “El lago de los cisnes”, donde los ejecutantes ofrecieron un ballet casi perfecto y pulcro.

La segunda mitad de la velada se caracterizó por ballet neoclásico, un par de solos, los cuales dejaron boquiabiertos a muchos, y cerró con fragmentos de “Carmen” y “El Quijote”.

Es de mencionar que si bien el ballet clásico nació en Italia y se desarrolló en Francia, fue en el imperio ruso donde obtuvo su gran esplendor.

Los zares rusos, famosos durante siglos por su vida opulenta, no escatimaron recursos para tener el mejor ballet del mundo, sirviéndose de talentos extranjeros como el coreógrafo francés Marius Petipa (1818-1910).