Ciudad de México.- En México, las personas del mismo sexo pueden contraer matrimonio, es una verdad jurídica, por lo que la propuesta de reforma del presidente Enrique Peña Nieto sobre el tema lo único que hace es constitucionalizar esta realidad, expone José Ramón Cossío Díaz, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en entrevista con EL UNIVERSAL. El 17 de mayo pasado, el Jefe del Ejecutivo federal presentó la iniciativa para legalizar estas uniones ante la autoridad civil, lo que ha desatado una ofensiva de la Iglesia, que rechaza estos enlaces. En los hechos, recuerda el ministro del alto tribunal del país, estas bodas se están realizando, aunque las parejas que deciden contraer nupcias deben hacerlo por la vía del amparo. “Lo que el Presidente está haciendo es allanar el camino a algo que está siendo por goteo. Sí tiene sentido la iniciativa. ¿Por qué razón? Porque constitucionalizarlo simplemente facilitará el camino, de otra forma y mientras no cambie la integración de la Corte, las personas que quieran contraer matrimonio de todas maneras están protegidas por nosotros”, puntualiza Cossío Díaz, quien reitera que esta realidad “está en la vida jurídica del país”. Detalla que la mecánica del juicio de amparo es fácil. En este caso, cuando dos personas del mismo sexo desean casarse pero en el Código Civil del estado está prohibido su enlace bajo el argumento de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer o que tiene como fundamento general la perpetuación de la especie, la pareja solicita la protección de la justicia federal. “Promueven un amparo, como hay jurisprudencia obligatoria en la Corte es un amparo bastante fácil de llevar, y como le van a otorgar el amparo, van a regresar con el juez o con el oficial de Registro Civil y los va a tener que casar”, explica el ministro, quien señala que hasta que no cambie la opinión de la SCJN, esto es aplicable.