Washington, DC.- El discurso antiinmigrante del virtual candidato presidencial del Partido Republicano Donald Trump tiene encendidas todas las alarmas en La Raza, el principal grupo hispano de Estados Unidos. Y las preocupaciones no las canaliza a través de los medios con respuestas a cada uno de los ataques que lanza el magnate, en especial a los mexicanos. “Cuando México envía su gente, no envían a los mejores. Envían gente que tienen muchos problemas”, dijo Trump en junio del año pasado cuando lanzó su candidatura por la Casa Blanca. Según el empresario, los inmigrantes mexicanos “traen drogas, crimen, son violadores y, supongo que algunos, son buenas personas”. Desde entonces sus ataques no han mermado. Prometió construir un muro a todo lo largo de la frontera que, aseguró, lo pagará México, y que deportaría a los 11.3 millones de indocumentados en un plazo de 18 meses. El último ataque lo lanzó la semana pasada en contra de Gonzalo Curiel, el juez federal que preside el tribunal que debe decidir sobre una demanda entablada por exalumnos de la Universidad Trump. El empresario inmobiliario aseguró que Curiel lo odia, que es un “hater” y lo acusó de ser “mexicano”, dejando entrever que eso lo condiciona porque prometió construir un muro en la frontera. Las organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes están molestas por los ataques de Trump. Y trabajan en una campaña nacional para responder con votos, un plan que, están convencidos, les permitirá decidir quién sucede a Obama y quién se sienta en la Cámara de Representantes y el Senado. Voto clave La estrategia incluye un App que puede ser utilizado en dispositivos móviles en cualquier momento del día. “En la elección presidencial de 2012 votaron 12.5 millones de electores latinos de 22.5 millones de ciudadanos aptos sufragar”, dijo Clarissa Martínez de Castro, directora de campañas del Consejo Nacional de La Raza (NCLR, por su sigla en inglés). En septiembre del año pasado Martínez apuntó que otros 8 millones de residentes legales permanentes, de ellos 6 millones de hispanos, reunían requisitos para convertirse en ciudadanos estadounidenses y votar.