Emiliano Martínez Coronel Ha concluido con mucho éxito la campaña nacional para motivar a los ciudadanos a realizar su testamento ante Notario Público. Durante los meses de septiembre y octubre, el notariado nacional y los gobiernos federal y de las entidades de la República flexibilizaron trámites y se redujo sustancialmente el costo para poder redactar este importante documento. Hacer un testamento permite a quien lo efectúa garantizar que sus bienes tendrán el destino que él quiera asignarles, y que sus familiares no deberán esperar el veredicto de un juez para asumir plenamente el patrimonio de quien en vida fue muy importante para ellos. También permite no arriesgar a que en ausencia de los herederos legítimos, asuma la titularidad de los bienes el Fisco del Estado. Muchos mexicanos trabajan para proporcionar a su familia mejores condiciones de vida; por ese motivo, en el trascurso de muchos años, forman un patrimonio que constituye el sustento de sus seres queridos. En este supuesto, redactar un testamento permite que la familia siga disfrutando de los bienes de la manera en que el testador lo disponga. Es última voluntad responsable. Esta campaña se ha limitado a los bienes de carácter civil o de propiedad privada; en algunas ocasiones se ha limitado a que el testador tenga una sola propiedad o que realice un testamento universal. De cualquier manera cada año la campaña es un éxito rotundo. En esta campaña hay un sector que no se ha contemplado en estos 15 años ininterrumpidos del programa, me refiero a los campesinos y específicamente a los que tiene la calidad de ejidatarios. De acuerdo a las disposiciones de la Ley Agraria, los ejidatarios pueden decidir quién los sucederá en sus derechos ejidales, es decir, pueden redactar su lista de sucesores o testamento agrario. Ciertamente la ley otorga muchas facilidades para que acudan de manera administrativa a realizar el trámite ante el Registro Agrario Nacional, donde por cierto, según me han comentado los mismos ejidatarios, reciben un trato autoritario, despótico y burocrático, específicamente en el caso de Michoacán. El trámite así realizado les presenta grandes gastos, pérdida de tiempo y demás incomodidades inherentes a los campesinos. Por lo anterior, se justifica plenamente la realización de una jornada similar a la del mes del testamento, para que los campesinos tengan acceso a los notarios públicos del país y realicen de manera sencilla y barata este trámite de interés principal para ellos y sus familias. Un Día Nacional del Testamento Agrario, es la propuesta. Por supuesto, puede ampliarse a más días, o tener otra denominación, lo importante es que los notarios del país accedan a realizar de manera solidaria dicho programa, empezando por nuestro Estado. Es un hecho evidente que la justicia social no termina de llegar al campo mexicano, las carencias en el agro son bastantes; por ello, cualquier campaña que beneficie a los campesinos debe ser bien vista, venga de donde venga. En este año coincide que la procuraduría Agraria cumple 25 años de labor en el campo mexicano, y qué mejor marco para iniciar esta campaña nacional. El 20 de noviembre puede ser una buena ocasión para anunciar el programa o inclusive en la fecha que el Procurador Agrario nacional, Ingeniero Cruz López Aguilar visitará Michoacán. Quizás la única Instancia que presente resistencias a esta propuesta sea el Registro Agrario Nacional, ente lo cual tengo la seguridad que el Presidente de la República tomará las medidas pertinentes. Tengo la seguridad que el Notariado Nacional se mostrará solidario a esta propuesta y específicamente el michoacano accederá a participar sumándose a esta justa causa, como muchas veces lo ha hecho. También tengo la certeza que el Ingeniero Silvano Aureoles Conejo, Gobernador constitucional del Estado, tomará con agrado esta posibilidad, su formación y su conocimiento del agro nacional así lo demostrarán. ¡La propuesta está lanzada! emartineziv@hotmail.com