Texas.- El diseñador gráfico Tim Jeninson en Texas, Estados Unidos, descubrió que el artista Joseph Vermeer recurrió a técnicas de óptica muy avanzadas para su época, al pintar sus obras. Para llegar a esta hipótesis, realizó un experimento que le llevó casi dos años, en el que reprodujo con precisión las condiciones de trabajo del artista barroco del siglo XVII. Los cuadros de Vermeer son casi como fotos. El rigor de la perspectiva, el uso de sombras y el juego de colores, construyen un realismo muy similar al de una reproducción de una escena mediante lentes y reveladores. Pero la fotografía no se inventó hasta dos siglos después de que el artista holandés creara sus obras. ¿Cómo hizo para lograr semejante nivel de rigurosidad? Esa pregunta atormentó y obsesionó al diseñador Jeninson -entre otros- toda su vida. Lo primero que se le ocurrió fue que efectivamente Vermeer había utilizado alguna lente y una especie de caja oscura para sus pinturas. Pero el reflejo en las lentes distorsiona los colores y el artista era muy preciso con su uso. Así fue que empezó a pensar de qué forma podía haber adquirido tanta similitud con los objetos reales y, al mismo tiempo, mantener la calidad del color de la imagen, al proyectarla, para poder pintarla. “Si hubiera hecho eso, sus pinturas podrían ser una forma de fotografía, no una con película y productos químicos, pero sí realizada con la mano humana”, explica Jeninson. “Las pinturas de Vermeer podrían ser viejas fotografías a color de 350 años de edad”, agrega.