Ciudad de México.- Un investigador de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Colima (Ucol) creó un repelente biológico contra mosquitos hecho con aceite de citronela, el cual incrementa su efectividad hasta por seis horas.Para el desarrollo del repelente, el científico Néstor Mendoza Muñoz humedeció el aceite de citronela en un soporte de sílice mesoporosa (SBA-15), donde analizó la interacción del óleo con este y su evaporación. En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Mendoza Muñoz dijo que en este proceso trabaja con el doctor, Jorge González González, especialista en caracterización de materiales mesoporosos. “Con el material SBA-15, las liberaciones son más lentas, al menos así quedó demostrado en estudios in vitro y no podemos aún definir in vivo cuánto se está prolongando la acción”, dijo Mendoza Muñoz. “Al menos in vitro, estamos viendo que se prolonga al doble el tiempo de evaporación en comparación a no tener el material”. En primera instancia, el especialista realizó pruebas en el aceite de citronela solo, después lo impregnó en el material mesoporoso, el cual fue puesto en unos viales para identificar la cantidad evaporada y tuvo como resultado una evaporación retardada. “Ya concluimos la parte de los perfiles de evaporación y ahora lo estamos introduciendo en una formulación cosmética, porque, obviamente, será diferente el comportamiento de la evaporación a partir del soporte si lo tenemos interaccionando con los componentes de la formulación cosmética”, indicó el investigador. Mendoza Muñoz explicó que tienen una crema en fase de evaluación de estabilidad de las emulsiones para tasar el perfil de evaporación de la citronela a partir de la formulación cosmética. Los especialistas prevén que tras esta evaluación se examinará el producto en personas para poder tomar en cuenta la sudoración y absorción en la piel, ya que esta es una parte importante de los repelentes. “Consideramos que este material mesoporoso nos va a servir por dos vías: una parte evitará la penetración del agente repelente en la piel; y otra parte estará retardando la evaporación para dar su acción de repelencia a largo plazo, sobre todo dirigida hacia los mosquitos”, subrayó el científico. Sin embargo, los especialistas aún no prueban el nivel de repelencia en mosquitos, situación que piensan poner en marcha en la etapa más avanzada del proyecto, el cual se tiene previsto realizar en tres años, pues buscan evaluar la modificación química del soporte. “Esto es que vamos a introducir superficialmente en el soporte algunos grupos funcionales, principalmente, grupos carboxilo y amino, porque queremos indagar si con alguno de ellos se logra mayor tiempo de liberación”, expuso el químico. “Además de incorporarlos a una forma cosmética para evaluar el efecto de la repelencia en esta fórmula y realizar las pruebas de penetración en piel in vitro e in vivo”, agregó. Los resultados de la investigación de Mendoza Muñoz serán presentados este mes en la reunión anual de la Controlled Release Society, en Seattle, Washington, Estados Unidos, uno de los eventos mundiales más importantes en sistemas de liberación controlada.