Ciudad de México.- Ya es verano, y todos están buscando la forma de reinventarse a sí mismos. Para muchos, eso significa bajar de peso y lucir bikini y, por supuesto, quieren hacerlo de manera rápida, haciendo el menor esfuerzo posible. Desde la dieta del Taco, hasta la de algodón (sí, es en serio), te presento las dietas más locas que no deberías intentar ¡por nada del mundo! - Dieta del Taco: 4 científicos del taco escribieron un libro llamado “El Cleanse del Taco”. El objetivo de este libro es enseñarle a las personas a cómo comer tacos y bajar de peso al mismo tiempo. Y no, no es cosa de comer tacos cuando quieras, sino en cada comida del día ¡por un mes! - Dieta de la lombriz solitaria: Ya conoces a la solitaria, ¿cierto? Son esas lombrices en forma de listón que viven dentro de animales y humanos que absorben sus nutrientes y calorías. Pues, naturalmente, hay una pequeña cantidad de individuos que decidieron meter una solitaria en su sistema digestivo para que absorbiera todas las calorías. Sorprendentemente (no, no tanto), no existe una investigación sólida que demuestre que esto funcione. Mejor no lo intentes. - Dieta de algodón: Como por el año 2013, la Dieta de las bolas de algodón se viralizó en redes porque, pues, era estúpida. El chiste es que las personas se comían 5 bolitas de algodón remojadas en juego de naranja, limonada o algo así porque honestamente creían que así se iban a sentir llenas, sin la necesidad de consumir calorías. Tomando en cuenta que el algodón está hecho de poliester y fibras sintéticas, es obvio que es peligroso. - Dieta de comida para bebé: Se supone que Jennifer Aniston, Reese Witherspoon y Lady GaGan han intentado esta dieta… aunque obviamente nunca lo han confirmado. La dieta va así: tienes que comerte 14 tarros de comida para bebé, sustituyendo pures por desayunos completos. Se supone que estos pures tienen menos calorías. - Dieta de la galleta: El Dr. Sanfor Siegel desarrolló esta dieta usando su propia receta para galletas, las cuales son ricas en fibra y aminoácidos. En lugar de comer una comida completa, te atascas de 4 a 6 galletas, seguido por una cena de proteína y vegetales. Y supuestamente sí funciona, pero sólo a corto plazo. Al final del día, uno no puede vivir de galletas.