Etelberto Cruz Loeza No se debe ceder en pos de una tranquilidad ficticia. Lic. Miguel Limón Rojas, en funciones de Secretario de Educación Pública. Las naciones que ignoran la historia están condenadas a repetir sus tragedias. Citado por Taylor Caldwell, en la Columna de Hierro. Lo único que preocupa a los políticos son los grupos de presión. Michael Corleone, en El Padrino, de Mario Puzo. Soy una persona convencida, que sé, que conozco, que entiendo, que fui protagonista, testigo y hasta actor de reparto en la función liberadora, transformadora, democratizadora de la educación y aun más convencido de esa función-servicio en países y sociedades como el nuestro y con nuestro perfil. Cabalmente entiendo las razones de Estado de Países como Finlandia, Corea del Sur, Singapur, Japón, Indonesia y algunos otros más, cuyos líderes políticos y depositarios del poder invirtieron en serio en sus servicios educativos – y, principalmente, los evaluaron y ajustaron para continuar el ritmo - para saltar hacia adelante, dar dos o tres pasos y no uno ni a esperar la evolución natural generacional para colocar a sus sociedades y naciones-Estados en los lugares que ahora indicadores como PISA y otros más lo muestran. Leí la literatura sobre el llamado Nuevo Modelo Educativo 2016, así como de su propuesta de Ruta Para la Implementación de ese nuevo Modelo Educativo, centro de la Reforma Educativa de la agonizante administración federal y enjuicié sus tiempos y sus ideales y aunque están muy bonitos en cuanto a su diseño y esquemas, sus pasos cuantitativos y cualitativos muy difícilmente podrán alcanzarse en estos años. Es una reforma transexenal: necesitará tres, cuatro o hasta más sexenios. Sabemos que el destino de esta Reforma Educativa está en las urnas del inminente mes de julio de 2018 y el perfil del futuro presidente de la República definirá sus fases siguientes; verdaderamente sería una lástima que todo ahí terminara. La meritocracia es positiva e iría más adelante y en mejores condiciones cuantitativas y cualitativas, si las autoridades federales, estatales, municipales y líderes representativos laborales, hubieran estado en la misma frecuencia y con la misma intensidad en su arranque, desarrollo y fases de implementación. Pero no fue, ni es, así. Coincido a con varios autores- extranjeros y nacionales y con nuestro artículo 3° Constitucional y sé que el éxito o fracaso como sociedad está en nuestra educación, en nuestro sistema educativo nacional. El pasado lunes 30 del pasado octubre leí la columna SIN RODEOS, de Diego Fernández de Cevallos, publicada en Milenio, diario. Cito: “Un amigo querido (MGZ) me recordó el letrero a la entrada de una universidad sudafricana; Para destruir una nación no se requiere de bombas atómicas o misiles de largo alcance. Solo se necesita bajar el nivel de educación y permitir que se copie en los exámenes”. Y recuerdo que ese mismo día, en su noticiero de las 22 horas, se transmitieron imágenes de una acción criminal de grupos bien identificados que incendiaron el edificio de la secretaría federal de educación en Chiapas; se dijo ahí que se identificaron a elementos y grupos de la CNTE, pero que esa organización poco después rechazo su participación y acusó a las autoridades estatales de auto incendiarlas para acusarlos. Como es natural en estos casos, no hubo detenidos y si los hubo no se acreditaron mayores cargos y son-serían liberados pocas horas después y las fianzas serían pagadas o por las mismas autoridades a trasmano o directamente. Y en la página 16 de ese mismo diario y en su edición citada – 30 de octubre -. Cito: “La CNTE amaga con ir a paro indefinido. La CNTE amenazó con suspender de manera indefinida las clases en las 13 mil escuelas de Oaxaca, afectando a un millón de alumnos, e intensificar las protestas si no hay respuesta a sus demandas antes del 31 de octubre. Los maestros piden que el gobierno sea el mediador para que el SNTE les entregue la toma de nota y puedan pelear la nulidad del decreto de transformación y recuperar la bilateralidad de la política pública” (sic). Desean echar abajo el decreto que creo una nueva institución educativa en lugar del dichosos IEEPO. ¿Qué querrán decir con la bilateralidad de la política pública? ¿La doble negociación? ¿En qué cabeza cabe que el SNTE le entregue a la CNTE – su par oponente-adversario - la Toma de Nota? No saben que no sabe, pero sí entienden: piden lo imposible como estrategia y táctica de lucha. A quien deben acudir con esa solicitud es a la secretaría de trabajo y previsión social. La secretaría de trabajo les contestaría que la única representación laboral, legalmente, nacionalmente reconocida con la Toma de Nota es el SNTE. Y lo saben. El chantaje está planteado. Que se vayan a paro. Finalmente ni son los que dicen que son, ni tienen los militantes que dicen que tienen y sí blofean. No pasa nada. Solamente no les paguen. Nadie aguanta más de una quincena, acaso dos, sin cobrar. Pero lo que más atrajo mi atención fue la letra y el espíritu de lo siguiente: “Entre sus acuerdos, el magisterio reiteró su exigencia de la recuperación de espacios ganados ante el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO)”. 1° ¿Quiere decir que todo lo referente a la creación de un nuevo IEEPO fue un montaje político y TODO sigue igual? ¿Qué el ex gobernador Gabino Cué y el actual, Murat, aceptaron todas las exigencias y chantajes de la CNTE Oaxaca? ¿Que todo lo que pasó – no únicamente en Oaxaca, sino en Guerrero, Chiapas y Michoacán - fue estéril - ceses, descuentos, recontrataciones, nuevos ingresos, exámenes de evaluación, idóneos, etc. - no fueron más que pirotecnia, farsa, mascarada y simulación? 2° ¿Qué debe entenderse como “recuperación de espacio ganados al IEEPO”? Ni los recursos presupuestarios-claves ni los espacios de mandos medio y superiores son enclaves=posiciones sindicales o de la representación gremial. Es una estupidez y monumental error entregar plazas-recursos presupuestarios y espacios de mandos medios y superiores – y mucho menos instituciones completas - a los sindicatos. Creerán que los ganaron políticamente y que son posiciones suyas y de ahí pa’delante las disputarán como si fueran de su propiedad; por un lado, y por el otro, darán al traste con las instituciones, sus objetivos y servicios. Algo parecido se hizo con las unidades de servicios descentralizados y en ese momento se justificaron con diciendo que el fin justificaba los medios: las unidades descentralizadas deberían nacer, desarrollarse y ser, lo que ahora son, las secretaría de educación o institutos estatales de los servicios educativos, ¡pero a qué precio! Y Luis Felipe Calderón Hinojosa entregó la SEP al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y en Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán las dejó en manos de la CNTE, ¡Y qué trabajo está costando recuperar la rectoría de la educación nacional! Y en estos cuatro estados, mucho más que los 11 trabajos de Hércules…sobre todo porque los gobernadores y no están en la misma sintonía y atienden sus objetivos personales, no los nacionales, sociales y de largo alcance y plazo y los titulares estatales del ramo atienden las indicaciones del ejecutivo estatal y no los objetivos nacionales ni de largo alcance como esta reforma educativa y su ruta de implementación.