Guadalajara.- El especialista Ramón Iván de Dios Pérez informó que “no toda transmisión del Virus del Papiloma Humano (VPH) es por vía sexual, sino que también puede darse mediante el fómite, es decir, un objeto capaz de trasportar organismos infecciosos como virus y bacterias”. El jefe del servicio de Urgencias del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, subrayó que es importante que las mujeres tomen medidas para evitar la transmisión de dicho virus. Citó que al adquirir ropa interior, específicamente pantaletas, lo más adecuado es no probárselas en la tienda y lavarlas antes de usarlas, debido a que el VPH es capaz de persistir en la tela de 24 a 72 horas a temperatura ambiente, una vez que los genitales de una mujer enferma tuvieron contacto con la prenda. Insistió que si por una mala decisión una mujer utiliza ropa interior de otra persona, o bien en el probador de una tienda se coloca una pantaleta, es susceptible de contagiarse de algunas de las cepas del papiloma humano, incluso si debajo mantiene otra prenda o si la pantaleta “nueva”, tiene protector de papel o plástico. “Normalmente la ropa interior en las tiendas lleva una etiqueta de papel como medida higiénica, pero esto no brinda ninguna protección si otras mujeres se la miden y una o varias de ellas están contagiadas de una enfermedad de transmisión sexual como el VPH”, recalcó. Contrario al mito popular “en el baño público no hay una probabilidad tan factible de contagio porque no se tiene un contacto como tal entre el área genital y la superficie del inodoro. En las albercas tampoco es muy probable porque el cloro contenido en el agua es suficiente para matar al virus”, dijo a modo de aclaración. Recordó a la población en general que el virus del papiloma humano es muy difícil de diagnosticar en varones y féminas porque no tiene síntomas. En el caso de los hombres se detecta mediante uretroscopía y se trata con ácido acético. En ellas el método es la colposcopía, pero en algunos casos la cepa del VPH puede causar lesiones malignas, como el cáncer cérvico uterino.