Astrid del Ángel/ La Voz de Michoacán. Morelia, Michoacán.- Era domingo y la lluvia no cesaba, pero había un compromiso, unas bodas de plata: la celebración del aniversario 25 del matrimonio de Rocío Vega con los escenarios, con la música, con su público y con México. Un globero, la vendedora de flores y hasta el marchante de mezcal salieron de entre el público hasta llegar al escenario del Teatro “José María Morelos”, que pronto se convirtió en una escena dominical en la alameda. El silencio reinó cuando apareció “La pajarera”, era Rocío, cargaba dos jaulas y ofrecía sus pájaros con la canción de pablo Santos, mientras bajaba las escaleras y sonreía al público. El concierto celebró una trayectoria que empezó entre juegos con su padre y sus hermanos, en conciertos que ofrecían los 12 niños en casa. Dedicó una canción a su padre, un gallero; otra, a su madre, la indígena oaxaqueña de la que cantaba tonadas de su tierra, y una melodía más para sus hijos, Tonatiuh, José María y Emilio, y es que es imposible separar la vida personal de Rocío Vega de su carrera en los escenarios. El ballet folclórico Corcovi engalanó la presentación con bailes de todo tipo, desde los tradicionales de Michoacán, como el de los pescadores de Janitzio y la danza de las ollas, hasta jarabes y un solo que acompañó la interpretación de “La llorona”. Para más información consulta la edición impresa de La Voz de Michoacán del 05 de septiembre de 2016.