Nueva York.- Tras subrayar que “no hay barreras que detengan el movimiento de las personas”, y hacer un llamado para desterrar los discursos de odio y discriminación contra los migrantes, el presidente Enrique Peña Nieto propuso en la ONU, siete puntos para concretar un acuerdo para una migración ordenada, segura y regular. Durante la sesión plenaria de la Reunión de Alto Nivel para atender grandes movimientos de migrantes y refugiados, en el marco de la 71 Asamblea General de la ONU, dijo que “México seguirá trabajando para que se reconozca a los migrantes como agentes de cambio y desarrollo, para que se garanticen sus derechos humanos y se destierren los discursos de odio y discriminación en su contra”. En su primera participación en esta cumbre, el mandatario mexicano subrayó que las aportaciones de los migrantes a las distintas sociedades son innegables, “porque a cada migrante lo acompaña su esperanza y su identidad, su energía y su talento”. Ante los jefes de Estado de 191 países, hizo énfasis en que México celebra la realización de esta primera reunión de alto nivel en las Naciones Unidas para atender los grandes movimientos de refugiados y migrantes, pues este “encuentro histórico demuestra que las mentalidades, también están en movimiento”. En el salón de sesiones de la ONU, indicó que se debe colocar a los migrantes junto con sus derechos, dignidad y bienestar en el centro del diálogo global, pues el movimiento es parte esencial del ser humano, “porque es el reflejo de un instinto de supervivencia, de su energía vital, de su deseo vehemente de superarse y trascender”. “México es ejemplo de ello. Somos un país que es origen, tránsito, destino y retorno de personas; somos un país orgullosamente mestizo, pluricultural y diverso; con una cultura viva y vibrante, fruto de múltiples migraciones a lo largo de nuestra historia”, dijo. Por ello seguirá participando activamente en los foros multilaterales para concretar, en 2018, el Pacto global para la migración ordenada, segura y regular, y el Pacto global para refugiados, expuso. En este contexto, puso a consideración del pleno de la ONU siete puntos que establecen: un enfoque de derechos humanos que establezca las obligaciones de los Estados con los migrantes; una visión de corresponsabilidad entre los países de origen, tránsito, destino y retorno de migrantes. Un reconocimiento a las aportaciones de los migrantes al desarrollo económico y social; un enfoque de inclusión social, que contribuya a erradicar la intolerancia, los prejuicios y el racismo; un marco de gobernanza de la migración que ofrezca alternativas para el manejo seguro y ordenado de los flujos migratorios. Asimismo, mayor cooperación internacional para fortalecer las capacidades de los Estados en la atención integral de la migración, y la consideración del cambio climático y los fenómenos naturales como causas de migración. “Para avanzar en estos propósitos, mi país se ha ofrecido como sede de una reunión internacional preparatoria, durante 2017”, apuntó el titular del Ejecutivo federal. Peña Nieto expuso que “los migrantes simbolizan la fuerza que ha hecho avanzar a la humanidad; el movimiento. Las grandes migraciones han llevado al género humano a los distintos rincones de la tierra en todas las épocas de la historia”. “La historia demuestra que no hay barrera que detenga el movimiento de las personas ni la fusión de culturas ni la divulgación de ideas. No las hay naturales ni tampoco artificiales. Para cada río ha habido siempre un puente; para cada obstáculo ha habido siempre un camino”, indicó. Sostuvo que “la comunidad internacional puede mejorar la situación de los migrantes. Tenemos un compromiso pendiente con ellos, que todos debemos asumir, porque la migración no representa solamente el pasado y el presente de la humanidad, sino también su futuro”.