Ciudad de México.- El robo es el principal móvil que tienen las autoridades ministeriales en el asesinato de dos sacerdotes católicos ocurrido el lunes en el norte de Veracruz. El Fiscal General del estado, Luis Ángel Bravo Contreras, informó que los sacerdotes que fallecieron habían convivido e incluso tomado bebidas embriagantes con sus victimarios. "En este caso víctimas y victimarios se conocían, estaban conviviendo, estaban tomando alcohol", dijo al ser entrevistado vía telefónica. El funcionario Estatal aclaró que el crimen de los curas no tiene relación con la delincuencia organizada, sino más bien con una discusión al calor de las copas que derivó en el robo y el asesinato. "Es totalmente falso lo que han venido difundiéndose en redes y algunos medios de comunicación en torno a que eran objetivos de la delincuencia organizada", aclaró. Dijo que las primeras investigaciones determinaron que al convivir y al calor de las copas hubo una discusión qué terminó en el robo de 5 mil pesos, de un vehículo propiedad del sacerdote y de una segunda unidad que un empleado del ayuntamiento de Poza Rica prestaba a los curas. "Tenemos ya objetivos por detectar y desde luego estaremos acudiendo a los jueces para hacer lo que conforme a derecho, pero en lo que compete a la fiscalía reiteró se descarta que los curas hayan sido objetivos de la delincuencia organizada", manifestó. Afirmó que gracias a la declaración de uno de los testigos que tienen identificados a los presuntos asesinos de Incluso el detalle de cómo ocurrieron las cosas. "Quiero dejar en claro un tema en el cual víctimas y victimarios se conocía estaban conviviendo librando licor y en la descomposición, entiendo que por el licor de la fiesta, se suscitaron los hechos que ya se tornaron violentos", expuso.